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Lactancia materna y diabetes del bebé


El bebé diabético puede y debe mamar como cualquier otro bebé.

El diagnóstico de diabetes mellitus tipo 1 en el bebé es un shock para los padres.  Mayor cuanto más pequeño es el bebé.

Los padres y cuidadores, así como familiares, deben estar bien informados de cómo actuar en casos de hipoglucemia y saber administrar el glucagón si fuera necesario.
Glucagón
(hormona cuya función es estimular la producción de glucosa por el hígado, aumentando así la glucemia)

No vamos a hablar de aquí de cómo hacer el diagnóstico. Sólo decir que es aconsejable que el bebé diabético sea amamantado, y continúe amamantando cuando llegue el diagnóstico.

El bebé necesitará más controles de glucemia, y una monitorización continua. Afortunadamente existen glucómetros y bombas de insulina que en casos de bebés ya cubre la seguridad social y cada día hay más avances. Cuando en casa empezamos con la insulina, teníamos que hacer la mezcla de rápida-lenta nosotros mismos y se usaban unas jeringuillas desechables. Afortunadamente ahora hay "bolis" que se pueden llevar fácilmente a cualquier sitio, que además son discretos y manejables. Hay bombas de insulina, sensores que miden durante semanas sin necesidad de pinchazos, y aplicaciones de móvil para gestionar las gráficas, o para seguir las glucemias propias o de otra persona… Muchos avances. Y habrá más cada vez.

Reitero que la formación de los padres es muy importante. Luego el bebé crece y con la edad aprenden a gestionar muy bien su propia enfermedad. Y se convierten en niños y adolescentes responsables. Pero hasta entonces es la familia quien lo debe hacer.

En cuanto a la lactancia, la leche materna es desde luego el mejor alimento que un bebé puede tomar, y si es diabético más aún.

Como la teta no es transparente no sabemos la cantidad que toma el bebé. Esto para los padres del bebé puede resultar muy agobiante, puesto que la cantidad de insulina que hay que administrar depende de la cantidad de hidratos ingeridos. Ante esta cuestión muchas veces se recomiendan dobles pesadas o suplementos de biberón, u horarios rígidos de tomas,  o peor aún, dejar la lactancia materna para hacer sólo artificial controlando las cantidades ingeridas. Es un gran error, pues no hay alimento de mayor calidad que la leche materna. Y es ilógico sustituirlo por otros de peor calidad sólo por controlar las cantidades. Con el riesgo añadido y demostrado de la leche artificial.

Es mucho mejor hacer más controles de glucemia y que la lactancia sea a demanda, tal y como debe ser siempre. Incluyendo las tomas nocturnas, que ayudarán a evitar las hipoglucemias.

Evidentemente el bebé diabético estará llevado por un pediatra especialista y los padres han de estar muy bien instruidos.

Algo importante que no debemos olvidar, está ampliamente demostrado que la LM previene la aparición, tanto de DM tipo 1 (por una menor agresión al sistema inmune desde la infancia al evitar los azúcares de la leche artificial) como de la tipo 2.

Distintos tipos de insulina


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¿Por qué tanta prisa para empezar a dar papillas?

No entiendo esa prisa por correr, ese ansia por comenzar a darle papillas y purés al bebé…

No hay que demostrar que la leche materna sea mejor. La leche materna es lo normal en la especie humana. De eso no hay duda. Sabemos ya todos, afortunadamente también casi todos los pediatras que nos atienden, que los bebés deben tomar leche materna en exclusiva los primeros 6 meses de vida. Hasta hace relativamente poco todavía recomendaban empezar con papillas a partir del 4º mes. Bueno, al menos ya saben hoy día que ha de ser 6 meses y no suelen recomendar la alimentación con purés y papillas hasta los 6.
Tomando puré


Y digo purés y papillas (y no sólidos como debería ser) porque por desgracia siguen creyendo que ese es el modo de hacerlo. Y está tan tan arraigado en la sociedad nuestra, que todo el mundo ve normal empezar con papillas y purés y quitar teta para dar biberones. Por favor, es como si tu endocrino o tu nutricionista te recomendara comer hamburguesas en lugar de fruta y verdura… ¡No tiene sentido! La leche artificial es leche artificial. ARTIFICIAL, la palabra lo dice. Y hay quien no se ha parado a pensar que la leche de fórmula es leche artificial. A ver, que hay veces que es necesaria, no lo niego, y soy la primera que la recomiendo en según qué casos si es necesaria. Pero cuando tienes leche en tus pechos, llevas unos meses lactando, ¿qué necesidad hay de quitar la buena (o sea, la tuya) para darle otra de menor calidad?  No lo entiendo.

Además la leche artificial no aporta ni una sola inmunoglobulina, ni un anticuerpo, nada de eso. Y si encima coincide la mayoría de las veces el cese o disminución de la lactancia con el ingreso en la guardería, ya tienes ahí el cóctel molotov de las infecciones, y todas las -itis que se cogen en la guarde… Aunque sólo fuera por comodidad para no caer enfermo: ya que le llevas a la guarde, sigue con la teta…

Papillas y purés que no aportan mucho al bebé, que le quitan de tomar pecho, y que encima están en un formato en el que no aprenden a comer ni usan su boca para aprender a masticar y seguir su desarrollo normal iniciado con la succión del pecho.
Papilla


Una papilla de frutas mezcladas no ayuda al bebé a distinguir a sabores, ni a masticar, ni a disfrutar de la comida. Ni le enseña a comer lo que va a comer de mayor. Le acostumbras a dárselo con cuchara, sin que pueda decidir qué traga y qué no, y aprender a gestionar el bolo en la boca. Además tiene pocas calorías y el bebé tendrá hambre enseguida.

Un puré pastoso con cuatro verduras y un trozo de carne es igual de desagradable y tampoco le aporta mucho al bebé, desde luego menos de lo que aporta un buen trago de leche.

Si tienes prisa por darle otros alimentos, es mejor que empieces con los sólidos, desde el principio. Cuando esté preparado, sobre los 6-8 meses. ¿Por qué hay madres que el día que cumple el bebé 6 meses ya quieren que se coma 200 grs de puré? Puede que el bebé no esté preparado aún. Y que no le apetezca porque prefiere pecho, y no pasa nada. La leche materna le sigue aportando calorías suficientes y todo lo que necesita en ese momento.

El bebé no estará preparado hasta que no sea capaz de sentarse solo. Tiene que tener la musculatura de la faja abdominal preparada, dentro de la cual están los órganos del aparato digestivo. Además el bebé no tiene que tener reflejo de extrusión (empujar con la lengua y no dejar que entre la cuchara). ¡Cuántas madres veo forzando con la cuchara a un bebé que no está preparado…! Y además antes de empezar con los sólidos tienes que comprobar que efectivamente el bebé quiere, que muestra interés por tu comida, y que sabe mostrar signos de saciedad o de hambre. Entonces es cuando puedes empezar, aunque tenga 7 meses o 6 meses y 20 días, u 8 meses… Si está tomando teta a demanda estará bien servido.

Y sí, deberías empezar con trozos adaptados a la edad. No con purés. Es una ventana de oportunidad en ese momento abierta, pero si te acomodas en los purés luego será más difícil el paso al sólido, a la comida que tú comes. El objetivo de la alimentación complementaria es que un bebé al año coma lo mismo que sus padres, (salvo excepciones como marisco, casquería, frutos secos…). Pero ¿cómo vas a lograr el objetivo si le estás atiborrando a purés y papillas? Costará más, obviamente.
Ventana de oportunidad
Cuando imparto cada mes los talleres de Baby Led Weaning muchas mamás quedan realmente sorprendidas al explicar esto. Y siempre salta la duda: el miedo al atragantamiento. Yo siempre digo que a mamar se aprende mamando, y que a comer se aprende comiendo. Si no le dejas hacerlo…

Luego vemos niños que con 3 o 4 años siguen comiendo purés porque su ventana de oportunidad se cerró y los padres nos consiguen que mastique.

Luego vemos logopedas rehabilitado la succión y la deglución y otros problemas causados por ese empeño en atiborrar de purés a los niños pequeños.

No cuesta nada hacerlo bien y es mucho más sencillo y menos aparatoso. No hay que estar con la batidora, ni transportando "tuppers".


No dejes de acudir a los talleres de Baby Led Weaning o preguntarme cualquier duda.

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Riesgos de NO tomar leche materna

RIESGOS DE LA LECHE ARTIFICIAL
La leche artificial, para bebés, presenta una serie de riesgos que no podemos obviar. Debería considerarse como un medicamento para recetar por un profesional cualificado y sólo en el caso de que de verdad hiciera falta después de haber apoyado, informado y ayudado de forma eficaz a la reciente mamá. 
Pero no es así.
Existe un real decreto donde se especifica cómo tiene que ser la leche artificial, cuáles son los mínimos exigidos. Todas las leches para bebés del mercado tiene que cumplir unas especificaciones concretas en cuanto a su elaboración y composición. Puedes leerlo en el anexo uno de dicho real decreto.
Así que todas las leches que se vendan cumplirán los requisitos mínimos. Luego las marcas comerciales querrán convencernos de que la suya es mejor alegando que han añadido tal o cual ingrediente, y justificando así su elevado precio. Pero la ley es clara.
Y a pesar de todo, jamás podrán lograr igualar, ni siquiera parecerse, a la leche materna. La leche que se vendía en los años 70 por ejemplo como la mejor, ahora mismo no cumpliría la normativa. Y lo mismo ocurrirá con la que se vende ahora, que dentro de unos años estará totalmente desaconsejada. Además cada día se descubren nuevos componentes en la leche materna, imposibles de imitar ni copiar. Sin mencionar que no se pueden añadir anticuerpos, hormonas, etc. 
La leche materna cambia a lo largo de la toma, a lo largo del día, a lo largo de la lactancia, incluso se adapta a las nuevas circunstancias ambientales a las que se exponen mamá y bebé si estos viajan a distintas zonas... La leche artificial no hace nada de esto y siempre sabe igual.
Pero, además de no poder imitar a la materna, encima tiene unos riesgos importantes que hay que conocer: 
  • Nutricionalmente, no tiene nada que ver. La leche artificial carece de los nutrientes, no puede llevar todo lo que lleva la leche materna
  • Respiración bucal: cuando el patrón de succión-deglución-respiración no es el adecuado, las anginas y vegetaciones de congestionan fácilmente. El bebé respira más por la boca con lo que el aire que entra no está templado ni filtrado por la nariz, provocando más problemas respiratorios. De ahí que los niños de biberón tienen más otitis y otras enfermedades respiratorias recurrentes.
  • Mayor riesgo de asma, nada menos que un 50%  más de riesgo es niños que toman leche artificial.
  • Mayor riesgo de otitis media e infecciones de oído.
  • Mayor riesgo de hipoacusia.
  • Se altera su desarrollo torácico y la postura corporal debida a la posición compensatoria que adquiere la cabeza y el cuello con respecto al eje vertical del cuerpo.
  • Obesidad. Riesgo más que evidente.
  • Diabetes.
  • Difícil digestión.
  • Más caries.
  • Problemas en la preparación de los biberones. ¿Es lo mismo hacer el biberón con 30 ml exactos de agua que con 30,5ml? ¿Y si echas unas décimas más de gramos de leche en polvo? ¿Todos los biberones están exactamente igual y bien preparados? ¿Siempre es la misma agua? ¿Sí? Entonces no hay variación del sabor. ¿No? ¿Entonces corres riesgos de que esté también el agua contaminada?
  • Contaminación de los preparados. No sería la primera vez que se retiran lotes completos por contaminación. Pero también contaminación del agua, y contaminación de los biberones y utensilios, y contaminación del preparador…
  • Incapacidad inmunológica. Pues sí. La leche artificial, de fórmula, de vaca modificada, no tienen absolutamente ningún anticuerpo. Ni uno. ¿Cómo vas a inmunizar a tu bebé si no le das pecho?
  • Mayor coste. Sólo en los primeros seis meses son más de 1200 euros, sólo en leche, sin contar biberones y demás…
  • Mayor riesgo de cáncer durante la infancia.
  • Mayor riesgo de alergia a los alimentos y alergia respiratoria, mayor riesgo de dermatitis atópica, eccemas...
  • Menor desarrollo cognitivo. Sí, los niños de teta también son más inteligentes. Es cuestión de unos puntos, pero para un niño que está en el límite, puede suponer la diferencia entre la normalidad y el retraso.
  • Mayor riesgo de enfermedades crónicas: diabetes tipo I, celiaquía, enfermedades gastrointestinales, y algunos tipos de cáncer.
  • Mayor riesgo de enfermedad cardiovascular: porque la leche artificial aumenta los niveles de colesterol y la tensión arterial.
  • Mayor riesgo de mortalidad.
  • Mayores tasas de hospitalización.
  • Más episodios de rotavirus y diarreas, con hospitalizaciones más largas.
  • Sistema inmune mucho más débil.
  • Más probabilidad de necesitar ortodoncia y/o logopedas.
  • ...

Para la madre los riesgos son también claros:


·Mayor riesgo de cáncer para la madre, tanto de ovario, de endometrio, como de mama.
·Mayor riesgo de sobrepeso para la madre.
·Mayor riesgo de osteoporosis.
·Mayor riesgo de artritis reumatoide. 
·...



A modo de resumen
En 1 cmde leche materna hay 1500 inmunoglobulinas - o sea, anticuerpos-  y en 1 cmo en un litro de leche artificial no hay en absoluto ni una célula inmunitaria. Los componentes bioactivos específicos de la leche humana como moduladores de crecimiento, enzimas, hormonas y células (leucocitos) no se encuentran en la leche de vaca ni en las fórmulas lácteas procesadas (Bullen, C, 1980:235)


La leche materna es el alimento más adecuado para un bebé recién nacido. Su contenido en nutrientes, vitaminas y minerales cubre perfectamente las necesidades del bebé. Además de los nutrientes adecuados la leche materna contiene varios anticuerpos, los cuales son una ayuda imprescindible para el sistema inmunológico del bebé para prevenir y combatir enfermedades.

Y una aclaración: un biberón de leche materna (se entiende que previamente extraída) sólo tiene riesgos en la faceta anatómica, no del resto porque el contenido es adecuado al bebé. Pero sin embargo aunque sea de leche extraída mejor no usar nunca una tetina. Hay mejores maneras de dárselo. Y como ya menciono cuando hablo del método Kassing, si no queda más remedio que dar un biberón, que sea con este método.

Y una reflexión: artificial significa “No natural, falso”. La leche de fórmula es ARTIFICIAL. Si es que la misma palabra lo dice…

LA TETA TRANSPARENTE


La naturaleza no nos ha hecho con rayas.

Nuestras tetas no son trasparentes y no vemos cuánta leche producimos.

Las madres, inseguras muchas veces, sobre todo al principio, quisieran ver las rayitas en sus pechos marcando cada 5 ml para ver cuánta leche toma su bebé.

Si la naturaleza hubiera creado a los humanos para tomar leche de otra especie, leche artificial, nos habría puesto biberones en vez de tetas.

¿Por qué esa falta de confianza?


Hemos estado décadas inmersas en la llamada “cultura del biberón” en la que se nos vendió que la leche artificial era igual o incluso superior que la leche materna (algo que sabemos de sobra que es falso). Se engañó a las madres durante años y se les hizo creer que era normal, incluso saludable, cambiar la forma de criar de la especie. Dar leche de vaca modificada al bebé en lugar de leche humana… Pero ¡qué barbaridad! ¿Verdad? Y todavía hay quien  lo ve normal. O madres que dan  leche de bote sin pensar en las consecuencias.

Y ojo, soy la primera que recomienda leche artificial si es estrictamente necesario cuando se han descartado las demás opciones.

Se nos vendió la separación de los hijos, el dejarlos llorar, la liberación de la mujer… la desnaturalización de la crianza… Y eso ha hecho mella en nuestro subconsciente colectivo, porque ahora las madres quieren dar el pecho, pero están inseguras muchas de ellas. No saben cuánta leche produce, quieren saber la cantidad exacta, quieren ver cuánto hay dentro del pecho, cuánto sale, cuánto toma su bebé…

Pero la teta no es transparente. Y tenemos que confiar en la naturaleza, que nos hizo mamíferos.
Para todas esas dudas estamos las IBCLC, como consultoras de lactancia con todo lo que ello implica, para dar seguridad y confianza a esa madre dudosa y apoyarla en su correcta y acertada decisión de dar el pecho a su bebé aún sabiendo que su teta no tiene rayas de 5 en 5 mililitros.


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¿Qué pasa si decido no dar el pecho? Riesgos de la lactancia artificial. Riesgos del biberón/tetinas.


Parto de la base de que el bebé viene al mundo preparado para tomar el pecho, porque el bebé es una cría mamífera.

Pero parece que algo tan sencillo y tan importante a veces se le olvida a la sociedad. Por mucho que la publicidad y los anuncios nos quieran camelar, por muchos intereses comerciales que haya, ningún biberón y ninguna tetina se aproxima siquiera a la forma de un pecho, a su textura, su consistencia, su tacto, su calor… Ninguno. Y si te dicen lo contrario evidentemente te están engañando. Porque quieren que consumas.

Una mamá reciente es un consumidor en potencia. Y claro, dar la teta no produce gasto alguno, (todo lo contrario, de hecho es un ahorro), pero eso no interesa. La industria dice “voy a crear necesidades a las mamás para que consuman” y así se inventa que tu leche no vale, que es agua, que este bibe o esta tetina imitan al pecho perfectamente, que esta leche es mejor que la materna, que necesitas imperiosamente comprar este trasto para limpiar porque tu hijo está expuesto a los gérmenes, que… mil bobadas. Bobadas, señores comerciantes, bobadas. A la industria no le interesa la lactancia, está claro.

El bebé que toma el pecho está haciendo algo para lo que viene programado genéticamente, y esto es así desde hace millones de años. ¡Vaya fastidio que justo ahora el ser humano ya no necesite el pecho!! ¡Qué raro, no!!?? El bebé que toma el pecho realiza unos movimientos de succión concretos que son los que hacen que su desarrollo facial sea el correcto. Si no toma el pecho su desarrollo no es el adecuado.
Daños anatómicos causados por tomar biberón:

Veamos pues:

Succionando el pecho, las mandíbulas y la lengua trabajan de forma coordinada,  coordinándose también con la respiración. Este patrón succión-deglución-respiración, cuando está alterado, ocasiona muchos problemas.  Cuando el cachorro humano toma biberón pueden ocurrir una serie de alteraciones en el área maxilo-facial, oral y faríngea relacionadas con la forma de la tetina y la manera distinta de tomar la leche cuando se hace con biberón/tetina. Como en el biberón el flujo está asegurado y no hay que hacer esfuerzo, se altera la función de la succión-deglución-respiración porque al bebé le cuesta gestionar la salida de la leche para no atragantarse.

Esta desorganización de los patrones de succión-deglución-respiración causa:
·         regurgitación y episodios de apneas más prolongadas.
·         deglución atípica, respiración bucal, disfunción masticatoria, dificultades en el lenguaje por la dificultad en la articulación de algunos fonemas, alteraciones posturales…
·         más problemas médicos del tipo vegetaciones y anginas, debido precisamente a esa anormalidad en la función succión- deglución.
·         más otitis y más alergias.
·         el paladar y la arcada dentaria no se desarrollan correctamente, esto va a suponer problemas de mordida, y de colocación de los dientes definitivos. Mala oclusión y mordida abierta. Y esto lo veo a diario en el colegio.

 Recordamos pues

*       No tomar biberón.
*       Si tengo que darle un complemento por un motivo justificado (consulta a tu asesora) se lo doy con cualquier otro método que no sea el biberón. Ver aquí.
*       Si tu hijo es de biberón, no te lleves mal rato, ya está hecho, pero quítale el biberón a los 6 meses, y empieza a darle en vaso.
*       Si ya han pasado 6 meses o más, quítaselo ya. Fuera chupetes y cualquier biberón cuando cumpla un año. Ningún niño, ni de bibe ni de pecho, debería tomar biberón ni llevar chupeta cuando cumpla su primer año.
*       El pecho contribuye a un desarrollo facial armónico (vamos, que será más guapo!! J ) y ayuda aprevenir enfermedades y problemas de dicción. 

Hemos visto los daños anatómicos, desde luego no desdeñables, pero peores son los daños de los que voy a hablar ahora.  Si te interesan los estudios te los podemos hacer llegar. Aquí no quiero saturar con datos muy técnicos, sólo quiero hacerte ver lo que hay. Para que estés informada o informado, y después tomes la decisión que creas oportuna. Pero luego no digas que no lo sabías. Lee, lee:


·         Nutricionalmente, nada que ver. La leche artificial carece de los nutrientes, no puede llevar todo lo que lleva la leche materna.
·         Respiración bucal: cuando el patrón de succión-deglución-respiración no es el adecuado, las anginas y vegetaciones de congestionan fácilmente. El bebé respira más por la boca con lo que el aire que entra no está templado ni filtrado por la nariz, provocando más problemas respiratorios. De ahí que los niños de biberón tienen más otitis y otras enfermedades respiratorias recurrentes.
·         Mayor riesgo de asma, nada menos que un 50%  más de riesgo es niños que toman leche artificial.
·         Mayor riesgo de otitis media e infecciones de oído.
·         Mayor riesgo de hipoacusia.
·         Se altera su desarrollo torácico y la postura corporal debida a la posición compensatoria que adquiere la cabeza y el cuello con respecto al eje vertical del cuerpo.
·         Obesidad.
·         Diabetes.
·         Difícil digestión.
·         Más caries.
·         Problemas en la preparación de los biberones. ¿Es lo mismo hacer el biberón con 30 ml de agua que con 30,5ml? ¿Y si echas unas décimas más de gramos de leche en polvo? ¿Todos los biberones están exactamente igual y bien preparados? ¿Siempre es la misma agua? ¿Sí? Entonces no hay variación del sabor. ¿No? ¿Entonces corres riesgos de que esté también el agua contaminada?
·         Contaminación de los preparados. No sería la primera vez que se retiran lotes completos por contaminación. Pero también contaminación del agua, y contaminación de los biberones y utensilios, y contaminación del preparador…
·         Incapacidad inmunológica. Pues sí. La leche artificial, de fórmula, de vaca modificada, no tienen absolutamente  ningún anticuerpo. Ni uno. ¿Cómo vas a inmunizar a tu bebé si no le das pecho?
·         Mayor coste. Sólo en los primeros seis meses son más de 1200 euros, sólo en leche, sin contar biberones y demás…
·         Mayor riesgo de cáncer durante la infancia.
·         Mayor riesgo de alergia a los alimentos y alergia respiratoria, mayor riesgo de dermatitis atópica, eccemas…
·         Menor desarrollo cognitivo. Sí, los niños de teta también son más inteligentes. Es cuestión de unos puntos, pero para un niño que está en el límite, puede suponer la diferencia entre la normalidad y el retraso.
·        Mayor riesgo de enfermedades crónicas: diabetes tipo I, celiaquía, enfermedades gastrointestinales, y algunos tipos de cáncer.
·         Mayor riesgo de enfermedad cardiovascular: porque la leche artificial aumenta los niveles de colesterol y la tensión arterial.
·         Mayor riesgo de mortalidad.
·         Mayores tasas de hospitalización.
·         Más episodios de rotavirus y diarreas, con hospitalizaciones más largas.
·         Sistema inmune mucho más débil.
·         Más probabilidad de necesitar ortodoncia y/o logopedas.

Para la madre los riesgos son también claros:

·         Mayor riesgo de cáncer para la madre, tanto de ovario, de endometrio, como de mama.
·         Mayor riesgo de sobrepeso para la madre.
·         Mayor riesgo de osteoporosis.
·         Mayor riesgo de artritis reumatoide. 

A modo de resumen

En 1 cm3 de leche materna hay 1500 inmunoglobulinas - o sea, anticuerpos-  y en 1 cm3 o en un litro de leche artificial no hay en absoluto ni una célula inmunitaria. Los componentes bioactivos específicos de la leche humana como moduladores de crecimiento, enzimas, hormonas y células (leucocitos) no se encuentran en la leche de vaca ni en las fórmulas lácteas procesadas (Bullen, C, 1980:235)
La leche materna es el alimento más adecuado para un bebé recién nacido. Su contenido en nutrientes, vitaminas y minerales cubre perfectamente las necesidades del bebé. Además de los nutrientes adecuados la leche materna contiene varios anticuerpos, los cuales son una ayuda imprescindible para el sistema inmunológico del bebé para prevenir y combatir enfermedades.
Y una aclaración: un biberón de leche materna (se entiende que previamente extraída) sólo tiene riesgos en la faceta anatómica, no del resto porque el contenido es adecuado al bebé. Pero sin embargo aunque sea de leche extraída mejor no usar nunca una tetina. Hay mejores maneras de dárselo. Y como ya menciono cuando hablo del método Kassing, si no queda más remedio que dar un bibe, que sea con este método.

Y una reflexión: artificial significa “No natural, falso”. La leche de fórmula es ARTIFICIAL. Si es que la misma palabra lo dice…
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