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Lactancia materna y diabetes del bebé
El bebé diabético puede y debe mamar como cualquier otro
bebé.
El diagnóstico de diabetes mellitus tipo 1 en el bebé es un
shock para los padres. Mayor cuanto más
pequeño es el bebé.
Los padres y cuidadores, así como familiares, deben estar
bien informados de cómo actuar en casos de hipoglucemia y saber administrar el
glucagón si fuera necesario.
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Glucagón (hormona cuya función es estimular la producción de glucosa por el hígado, aumentando así la glucemia) |
No vamos a hablar de aquí de cómo hacer el diagnóstico. Sólo
decir que es aconsejable que el bebé diabético sea amamantado, y continúe
amamantando cuando llegue el diagnóstico.
El bebé necesitará más controles de glucemia, y una monitorización
continua. Afortunadamente existen glucómetros y bombas de insulina que en casos
de bebés ya cubre la seguridad social y cada día hay más avances. Cuando en
casa empezamos con la insulina, teníamos que hacer la mezcla de rápida-lenta
nosotros mismos y se usaban unas jeringuillas desechables. Afortunadamente
ahora hay "bolis" que se pueden llevar fácilmente a cualquier sitio,
que además son discretos y manejables. Hay bombas de insulina, sensores que
miden durante semanas sin necesidad de pinchazos, y aplicaciones de móvil para
gestionar las gráficas, o para seguir las glucemias propias o de otra persona…
Muchos avances. Y habrá más cada vez.
Reitero que la formación de los padres es muy importante.
Luego el bebé crece y con la edad aprenden a gestionar muy bien su propia
enfermedad. Y se convierten en niños y adolescentes responsables. Pero hasta
entonces es la familia quien lo debe hacer.
En cuanto a la lactancia, la leche materna es desde luego el
mejor alimento que un bebé puede tomar, y si es diabético más aún.
Como la teta no es transparente no sabemos la cantidad que
toma el bebé. Esto para los padres del bebé puede resultar muy agobiante,
puesto que la cantidad de insulina que hay que administrar depende de la
cantidad de hidratos ingeridos. Ante esta cuestión muchas veces se recomiendan
dobles pesadas o suplementos de biberón, u horarios rígidos de tomas, o peor aún, dejar la lactancia materna
para hacer sólo artificial controlando las cantidades ingeridas. Es un gran
error, pues no hay alimento de mayor calidad que la leche materna. Y es ilógico
sustituirlo por otros de peor calidad sólo por controlar las cantidades. Con el
riesgo añadido y demostrado de la leche artificial.
Es mucho mejor hacer más controles de glucemia y que la
lactancia sea a demanda, tal y como debe ser siempre. Incluyendo las tomas
nocturnas, que ayudarán a evitar las hipoglucemias.
Evidentemente el bebé diabético estará llevado por un
pediatra especialista y los padres han de estar muy bien instruidos.
Algo importante que no debemos olvidar, está ampliamente demostrado
que la LM previene la aparición, tanto de DM tipo 1 (por una menor agresión al
sistema inmune desde la infancia al evitar los azúcares de la leche artificial)
como de la tipo 2.
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Distintos tipos de insulina |
¿Por qué tanta prisa para empezar a dar papillas?
No entiendo esa prisa por correr, ese ansia por comenzar a
darle papillas y purés al bebé…
No hay que demostrar que la leche materna sea mejor. La
leche materna es lo normal en la especie humana. De eso no hay duda. Sabemos ya
todos, afortunadamente también casi todos los pediatras que nos atienden, que
los bebés deben tomar leche materna en exclusiva los primeros 6 meses de vida.
Hasta hace relativamente poco todavía recomendaban empezar con papillas a partir
del 4º mes. Bueno, al menos ya saben hoy día que ha de ser 6 meses y no suelen
recomendar la alimentación con purés y papillas hasta los 6.
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Tomando puré |
Y digo purés y papillas (y no sólidos como debería ser) porque
por desgracia siguen creyendo que ese es el modo de hacerlo. Y está tan tan
arraigado en la sociedad nuestra, que todo el mundo ve normal empezar con
papillas y purés y quitar teta para dar biberones. Por favor, es como si tu
endocrino o tu nutricionista te recomendara comer hamburguesas en lugar de
fruta y verdura… ¡No tiene sentido! La leche artificial es leche artificial. ARTIFICIAL, la palabra lo dice. Y hay
quien no se ha parado a pensar que la leche de fórmula es leche artificial. A
ver, que hay veces que es necesaria, no lo niego, y soy la primera que la recomiendo
en según qué casos si es necesaria. Pero
cuando tienes leche en tus pechos, llevas unos meses lactando, ¿qué necesidad
hay de quitar la buena (o sea, la tuya) para darle otra de menor calidad? No lo entiendo.
Además la leche artificial no aporta ni una sola inmunoglobulina,
ni un anticuerpo, nada de eso. Y si encima coincide la mayoría de las veces el
cese o disminución de la lactancia con el ingreso en la guardería, ya tienes
ahí el cóctel molotov de las infecciones, y todas las -itis que se cogen en la
guarde… Aunque sólo fuera por comodidad para no caer enfermo: ya que le llevas
a la guarde, sigue con la teta…
Papillas y purés que no aportan mucho al bebé, que le quitan
de tomar pecho, y que encima están en un formato en el que no aprenden a comer
ni usan su boca para aprender a masticar y seguir su desarrollo normal iniciado
con la succión del pecho.
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Papilla |
Una papilla de frutas mezcladas no ayuda al bebé a
distinguir a sabores, ni a masticar, ni a disfrutar de la comida. Ni le enseña
a comer lo que va a comer de mayor. Le acostumbras a dárselo con cuchara, sin
que pueda decidir qué traga y qué no, y aprender a gestionar el bolo en la
boca. Además tiene pocas calorías y el bebé tendrá hambre enseguida.
Un puré pastoso con cuatro verduras y un trozo de carne es
igual de desagradable y tampoco le aporta mucho al bebé, desde luego menos de
lo que aporta un buen trago de leche.
Si tienes prisa por darle otros alimentos, es mejor que empieces
con los sólidos, desde el principio. Cuando esté preparado, sobre los 6-8
meses. ¿Por qué hay madres que el día que cumple el bebé 6 meses ya quieren que
se coma 200 grs de puré? Puede que el bebé no esté preparado aún. Y que no le
apetezca porque prefiere pecho, y no pasa nada. La leche materna le sigue
aportando calorías suficientes y todo lo que necesita en ese momento.
El bebé no estará preparado hasta que no sea capaz de
sentarse solo. Tiene que tener la musculatura de la faja abdominal preparada, dentro
de la cual están los órganos del aparato digestivo. Además el bebé no tiene que
tener reflejo de extrusión (empujar con la lengua y no dejar que entre la
cuchara). ¡Cuántas madres veo forzando con la cuchara a un bebé que no está preparado…!
Y además antes de empezar con los sólidos tienes que comprobar que
efectivamente el bebé quiere, que muestra interés por tu comida, y que sabe
mostrar signos de saciedad o de hambre. Entonces es cuando puedes empezar,
aunque tenga 7 meses o 6 meses y 20 días, u 8 meses… Si está tomando teta a
demanda estará bien servido.
Y sí, deberías empezar con trozos adaptados a la edad. No
con purés. Es una ventana de oportunidad en ese momento abierta, pero si te
acomodas en los purés luego será más difícil el paso al sólido, a la comida que
tú comes. El objetivo de la alimentación
complementaria es que un bebé al año coma lo mismo que sus padres, (salvo
excepciones como marisco, casquería, frutos secos…). Pero ¿cómo vas a lograr el
objetivo si le estás atiborrando a purés y papillas? Costará más, obviamente.
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Ventana de oportunidad |
Cuando imparto cada mes los talleres de Baby Led Weaning muchas mamás quedan realmente
sorprendidas al explicar esto. Y siempre salta la duda: el miedo al atragantamiento.
Yo siempre digo que a mamar se aprende mamando, y que a comer se aprende comiendo.
Si no le dejas hacerlo…
Luego vemos niños que con 3 o 4 años siguen comiendo purés
porque su ventana de oportunidad se cerró y los padres nos consiguen que
mastique.
Luego vemos logopedas rehabilitado la succión y la deglución
y otros problemas causados por ese empeño en atiborrar de purés a los niños
pequeños.
No cuesta nada hacerlo bien y es mucho más sencillo y menos aparatoso.
No hay que estar con la batidora, ni transportando "tuppers".
No dejes de acudir a los talleres de Baby Led Weaning o
preguntarme cualquier duda.
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Papilla no, ¡gracias!
Taller de Baby Led Weaning en Aranda de Duero
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Riesgos de NO tomar leche materna
RIESGOS DE LA LECHE ARTIFICIAL
La leche artificial, para bebés, presenta una serie de riesgos que no podemos obviar. Debería considerarse como un medicamento para recetar por un profesional cualificado y sólo en el caso de que de verdad hiciera falta después de haber apoyado, informado y ayudado de forma eficaz a la reciente mamá.
Pero no es así.
Existe un real decreto donde se especifica cómo tiene que ser la leche artificial, cuáles son los mínimos exigidos. Todas las leches para bebés del mercado tiene que cumplir unas especificaciones concretas en cuanto a su elaboración y composición. Puedes leerlo en el anexo uno de dicho real decreto.
Así que todas las leches que se vendan cumplirán los requisitos mínimos. Luego las marcas comerciales querrán convencernos de que la suya es mejor alegando que han añadido tal o cual ingrediente, y justificando así su elevado precio. Pero la ley es clara.
Y a pesar de todo, jamás podrán lograr igualar, ni siquiera parecerse, a la leche materna. La leche que se vendía en los años 70 por ejemplo como la mejor, ahora mismo no cumpliría la normativa. Y lo mismo ocurrirá con la que se vende ahora, que dentro de unos años estará totalmente desaconsejada. Además cada día se descubren nuevos componentes en la leche materna, imposibles de imitar ni copiar. Sin mencionar que no se pueden añadir anticuerpos, hormonas, etc.
La leche materna cambia a lo largo de la toma, a lo largo del día, a lo largo de la lactancia, incluso se adapta a las nuevas circunstancias ambientales a las que se exponen mamá y bebé si estos viajan a distintas zonas... La leche artificial no hace nada de esto y siempre sabe igual.
Pero, además de no poder imitar a la materna, encima tiene unos riesgos importantes que hay que conocer:
- Nutricionalmente, no tiene nada que ver. La leche artificial carece de los nutrientes, no puede llevar todo lo que lleva la leche materna
- Respiración bucal: cuando el patrón de succión-deglución-respiración no es el adecuado, las anginas y vegetaciones de congestionan fácilmente. El bebé respira más por la boca con lo que el aire que entra no está templado ni filtrado por la nariz, provocando más problemas respiratorios. De ahí que los niños de biberón tienen más otitis y otras enfermedades respiratorias recurrentes.
- Mayor riesgo de asma, nada menos que un 50% más de riesgo es niños que toman leche artificial.
- Mayor riesgo de otitis media e infecciones de oído.
- Mayor riesgo de hipoacusia.
- Se altera su desarrollo torácico y la postura corporal debida a la posición compensatoria que adquiere la cabeza y el cuello con respecto al eje vertical del cuerpo.
- Obesidad. Riesgo más que evidente.
- Diabetes.
- Difícil digestión.
- Más caries.
- Problemas en la preparación de los biberones. ¿Es lo mismo hacer el biberón con 30 ml exactos de agua que con 30,5ml? ¿Y si echas unas décimas más de gramos de leche en polvo? ¿Todos los biberones están exactamente igual y bien preparados? ¿Siempre es la misma agua? ¿Sí? Entonces no hay variación del sabor. ¿No? ¿Entonces corres riesgos de que esté también el agua contaminada?
- Contaminación de los preparados. No sería la primera vez que se retiran lotes completos por contaminación. Pero también contaminación del agua, y contaminación de los biberones y utensilios, y contaminación del preparador…
- Incapacidad inmunológica. Pues sí. La leche artificial, de fórmula, de vaca modificada, no tienen absolutamente ningún anticuerpo. Ni uno. ¿Cómo vas a inmunizar a tu bebé si no le das pecho?
- Mayor coste. Sólo en los primeros seis meses son más de 1200 euros, sólo en leche, sin contar biberones y demás…
- Mayor riesgo de cáncer durante la infancia.
- Mayor riesgo de alergia a los alimentos y alergia respiratoria, mayor riesgo de dermatitis atópica, eccemas...
- Menor desarrollo cognitivo. Sí, los niños de teta también son más inteligentes. Es cuestión de unos puntos, pero para un niño que está en el límite, puede suponer la diferencia entre la normalidad y el retraso.
- Mayor riesgo de enfermedades crónicas: diabetes tipo I, celiaquía, enfermedades gastrointestinales, y algunos tipos de cáncer.
- Mayor riesgo de enfermedad cardiovascular: porque la leche artificial aumenta los niveles de colesterol y la tensión arterial.
- Mayor riesgo de mortalidad.
- Mayores tasas de hospitalización.
- Más episodios de rotavirus y diarreas, con hospitalizaciones más largas.
- Sistema inmune mucho más débil.
- Más probabilidad de necesitar ortodoncia y/o logopedas.
- ...
·Mayor riesgo de cáncer para la madre, tanto de ovario, de endometrio, como de mama.
·Mayor riesgo de osteoporosis.
·Mayor riesgo de artritis reumatoide.
A modo de resumen
En 1 cm3 de leche materna hay 1500 inmunoglobulinas - o sea, anticuerpos- y en 1 cm3 o en un litro de leche artificial no hay en absoluto ni una célula inmunitaria. Los componentes bioactivos específicos de la leche humana como moduladores de crecimiento, enzimas, hormonas y células (leucocitos) no se encuentran en la leche de vaca ni en las fórmulas lácteas procesadas (Bullen, C, 1980:235)
La leche materna es el alimento más adecuado para un bebé recién nacido. Su contenido en nutrientes, vitaminas y minerales cubre perfectamente las necesidades del bebé. Además de los nutrientes adecuados la leche materna contiene varios anticuerpos, los cuales son una ayuda imprescindible para el sistema inmunológico del bebé para prevenir y combatir enfermedades.
Y una aclaración: un biberón de leche materna (se entiende que previamente extraída) sólo tiene riesgos en la faceta anatómica, no del resto porque el contenido es adecuado al bebé. Pero sin embargo aunque sea de leche extraída mejor no usar nunca una tetina. Hay mejores maneras de dárselo. Y como ya menciono cuando hablo del método Kassing, si no queda más remedio que dar un biberón, que sea con este método.
Y una reflexión: artificial significa “No natural, falso”. La leche de fórmula es ARTIFICIAL. Si es que la misma palabra lo dice…
LA TETA TRANSPARENTE
La naturaleza no nos ha hecho con rayas.
Nuestras tetas no son trasparentes y no vemos cuánta leche
producimos.
Las madres, inseguras muchas veces, sobre todo al principio,
quisieran ver las rayitas en sus pechos marcando cada 5 ml para ver cuánta
leche toma su bebé.
Si la naturaleza hubiera creado a los humanos para tomar
leche de otra especie, leche artificial, nos habría puesto biberones en vez de
tetas.
¿Por qué esa falta de confianza?
Hemos estado décadas inmersas en la llamada “cultura del
biberón” en la que se nos vendió que la leche artificial era igual o incluso
superior que la leche materna (algo que sabemos de sobra que es falso). Se
engañó a las madres durante años y se les hizo creer que era normal, incluso
saludable, cambiar la forma de criar de la especie. Dar leche de vaca modificada
al bebé en lugar de leche humana… Pero ¡qué barbaridad! ¿Verdad? Y todavía hay quien lo ve normal. O madres que dan leche de bote sin pensar en las consecuencias.
Y ojo, soy la primera que recomienda leche artificial si es
estrictamente necesario cuando se han descartado las demás opciones.
Se nos vendió la separación de los hijos, el dejarlos
llorar, la liberación de la mujer… la desnaturalización de la crianza… Y eso ha
hecho mella en nuestro subconsciente colectivo, porque ahora las madres quieren
dar el pecho, pero están inseguras muchas de ellas. No saben cuánta leche produce,
quieren saber la cantidad exacta, quieren ver cuánto hay dentro del pecho, cuánto
sale, cuánto toma su bebé…
Pero la teta no es transparente. Y tenemos que confiar en la
naturaleza, que nos hizo mamíferos.
Para todas esas dudas estamos las IBCLC, como consultoras de
lactancia con todo lo que ello implica, para dar seguridad y confianza a esa
madre dudosa y apoyarla en su correcta y acertada decisión de dar el pecho a su
bebé aún sabiendo que su teta no tiene rayas de 5 en 5 mililitros.
¿Qué pasa si decido no dar el pecho? Riesgos de la lactancia artificial. Riesgos del biberón/tetinas.
Parto de la
base de que el bebé viene al mundo preparado para tomar el pecho, porque el
bebé es una cría mamífera.
Pero parece
que algo tan sencillo y tan importante a veces se le olvida a la sociedad. Por
mucho que la publicidad y los anuncios nos quieran camelar, por muchos
intereses comerciales que haya, ningún biberón y ninguna tetina se aproxima
siquiera a la forma de un pecho, a su textura, su consistencia, su tacto, su
calor… Ninguno. Y si te dicen lo contrario evidentemente te están engañando.
Porque quieren que consumas.
Una mamá
reciente es un consumidor en potencia. Y claro, dar la teta no produce gasto
alguno, (todo lo contrario, de hecho es un ahorro), pero eso no interesa. La
industria dice “voy a crear necesidades a
las mamás para que consuman” y así se inventa que tu leche no vale, que es agua,
que este bibe o esta tetina imitan al pecho
perfectamente, que esta leche es mejor
que la materna, que necesitas
imperiosamente comprar este trasto para limpiar porque tu hijo está
expuesto a los gérmenes, que… mil bobadas. Bobadas,
señores comerciantes, bobadas. A la industria no le interesa la lactancia, está
claro.
El bebé que
toma el pecho está haciendo algo para lo que viene programado genéticamente, y
esto es así desde hace millones de años. ¡Vaya fastidio que justo ahora el ser
humano ya no necesite el pecho!! ¡Qué raro, no!!?? El bebé que toma el pecho
realiza unos movimientos de succión concretos que son los que hacen que su
desarrollo facial sea el correcto. Si no toma el pecho su desarrollo no es el
adecuado.
Daños anatómicos causados por tomar biberón:Veamos pues:
Succionando
el pecho, las mandíbulas y la lengua trabajan de forma coordinada, coordinándose también con la respiración. Este
patrón succión-deglución-respiración,
cuando está alterado, ocasiona muchos problemas. Cuando el cachorro humano toma biberón pueden
ocurrir una serie de alteraciones en el área maxilo-facial, oral y faríngea relacionadas
con la forma de la tetina y la manera distinta de tomar la leche cuando se hace
con biberón/tetina. Como en el biberón el flujo está asegurado y no hay que
hacer esfuerzo, se altera la función de la succión-deglución-respiración porque
al bebé le cuesta gestionar la salida de la leche para no atragantarse.
Esta
desorganización de los patrones de succión-deglución-respiración causa:
·
regurgitación
y episodios de apneas más prolongadas.
·
deglución
atípica, respiración bucal, disfunción masticatoria, dificultades en el
lenguaje por la dificultad en la articulación de algunos fonemas, alteraciones
posturales…
·
más
problemas médicos del tipo vegetaciones y anginas, debido precisamente a esa
anormalidad en la función succión- deglución.
·
más
otitis y más alergias.






Hemos
visto los daños anatómicos, desde luego no desdeñables, pero peores son los
daños de los que voy a hablar ahora. Si
te interesan los estudios te los podemos hacer llegar. Aquí no quiero saturar
con datos muy técnicos, sólo quiero hacerte ver lo que hay. Para que estés
informada o informado, y después tomes la decisión que creas oportuna. Pero
luego no digas que no lo sabías. Lee, lee:
·
Nutricionalmente,
nada que ver. La leche artificial carece de los nutrientes, no puede llevar
todo lo que lleva la leche materna.
·
Respiración
bucal: cuando el patrón de succión-deglución-respiración no es el adecuado, las
anginas y vegetaciones de congestionan fácilmente. El bebé respira más por la
boca con lo que el aire que entra no está templado ni filtrado por la nariz,
provocando más problemas respiratorios. De ahí que los niños de biberón tienen
más otitis y otras enfermedades respiratorias recurrentes.
·
Mayor
riesgo de asma, nada menos que un 50% más
de riesgo es niños que toman leche artificial.
·
Mayor
riesgo de otitis media e infecciones de oído.
·
Mayor
riesgo de hipoacusia.
·
Se
altera su desarrollo torácico y la postura corporal debida a la posición
compensatoria que adquiere la cabeza y el cuello con respecto al eje vertical
del cuerpo.
·
Obesidad.
·
Diabetes.
·
Difícil
digestión.
·
Más
caries.
·
Problemas
en la preparación de los biberones. ¿Es lo mismo hacer el biberón con 30 ml de
agua que con 30,5ml? ¿Y si echas unas décimas más de gramos de leche en polvo?
¿Todos los biberones están exactamente igual y bien preparados? ¿Siempre es la
misma agua? ¿Sí? Entonces no hay variación del sabor. ¿No? ¿Entonces corres
riesgos de que esté también el agua contaminada?
·
Contaminación
de los preparados. No sería la primera vez que se retiran lotes completos por
contaminación. Pero también contaminación del agua, y contaminación de los
biberones y utensilios, y contaminación del preparador…
·
Incapacidad
inmunológica. Pues sí. La leche artificial, de fórmula, de vaca modificada, no
tienen absolutamente ningún anticuerpo.
Ni uno. ¿Cómo vas a inmunizar a tu bebé si no le das pecho?
·
Mayor
coste. Sólo en los primeros seis meses son más de 1200 euros, sólo en leche,
sin contar biberones y demás…
·
Mayor
riesgo de cáncer durante la infancia.
·
Mayor
riesgo de alergia a los alimentos y alergia respiratoria, mayor riesgo de dermatitis
atópica, eccemas…
·
Menor
desarrollo cognitivo. Sí, los niños de teta también son más inteligentes. Es
cuestión de unos puntos, pero para un niño que está en el límite, puede suponer
la diferencia entre la normalidad y el retraso.
· Mayor
riesgo de enfermedades crónicas: diabetes tipo I, celiaquía, enfermedades
gastrointestinales, y algunos tipos de cáncer.
·
Mayor
riesgo de enfermedad cardiovascular: porque la leche artificial aumenta los niveles
de colesterol y la tensión arterial.
·
Mayor
riesgo de mortalidad.
·
Mayores
tasas de hospitalización.
·
Más
episodios de rotavirus y diarreas, con hospitalizaciones más largas.
·
Sistema
inmune mucho más débil.
·
Más
probabilidad de necesitar ortodoncia y/o logopedas.
Para
la madre los riesgos son también claros:
·
Mayor
riesgo de cáncer para la madre, tanto de ovario, de endometrio, como de mama.
·
Mayor
riesgo de osteoporosis.
·
Mayor
riesgo de artritis reumatoide.
A modo de resumen
En
1 cm3 de leche materna hay 1500 inmunoglobulinas - o sea,
anticuerpos- y en 1 cm3 o en
un litro de leche artificial no hay en absoluto ni una célula inmunitaria. Los
componentes bioactivos específicos de la leche humana como moduladores de
crecimiento, enzimas, hormonas y células (leucocitos) no se encuentran en la
leche de vaca ni en las fórmulas lácteas procesadas (Bullen, C, 1980:235)
La
leche materna es el alimento más adecuado para un bebé recién nacido. Su
contenido en nutrientes, vitaminas y minerales cubre perfectamente las
necesidades del bebé. Además de los nutrientes adecuados la leche materna
contiene varios anticuerpos, los cuales son una ayuda imprescindible para el
sistema inmunológico del bebé para prevenir y combatir enfermedades.
Y
una aclaración: un biberón de leche materna (se entiende que previamente extraída)
sólo tiene riesgos en la faceta anatómica, no del resto porque el contenido es
adecuado al bebé. Pero sin embargo aunque sea de leche extraída mejor no usar
nunca una tetina. Hay mejores maneras de dárselo. Y como ya menciono cuando
hablo del método
Kassing, si no queda más remedio que dar un bibe, que sea con este método.
Y
una reflexión: artificial significa “No natural, falso”. La leche de fórmula es
ARTIFICIAL. Si es que la misma palabra lo dice…
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