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Lactancia y Síndrome de Down
En ocasiones llegan casos a la consulta un poco más delicados. No difíciles, sino más delicados por la carga emocional de la familia.
He atendido a algunas familias cuyos bebés llegaron con Síndrome de Down.
Como sabéis el SD no es una enfermedad. Es una alteración genética causada por la presencia de una copia extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales, por ello se denomina también trisomía del par 21.
Si la lactancia materna es importante para cualquier bebé, es particularmente importante para los bebés con síndrome de Down para disminuir el riesgo de morbilidades asociado con la lactancia artificial.
Una de las características de los bebés con SD es la hipotonía, también en la musculatura de la cara. Tienen macroglosia y tendencia a tener la lengua fuera de la cavidad bucal al tenerla más grande de lo normal. Todas estas características hacen que la lactancia pueda parecer a priori más difícil, pero no imposible por supuesto.
A estas alturas creo que todas la madres saben la importancia de la lactancia materna para la salud de su bebé (y de ellas mismas), pero creo que aún son pocas las que saben que además es muy importante para su desarrollo orofacial.
La lactancia, además de prevenir infecciones y enfermedades, facilita el desarrollo del habla y el lenguaje y colabora en la prevención de la mordida abierta, mordida cruzada y la maloclusión. La lactancia materna estimula el crecimiento favorable del cráneo y las estructuras faciales. Ayuda al correcto desarrollo del paladar, de la dentición, de la respiración… No es nada desdeñable, y las familias deberían conocerlo, y saber los riesgos de dar biberón.
En el caso de lactancia en síndrome de Down, por lo general la familia ya sabe antes de que nazca el bebé que tiene SD, y que normalmente el síndrome viene asociado con otras patologías. Y la familia busca ayuda y apoyo ya antes del nacimiento. Así que en lo que se refiere a lactancia materna es conveniente empezar bien desde la primera toma.
Un bebé con hipotonía va a succionar peor y le va a costar más hacer un buen agarre y una buena succión. Y también están más débiles así que hay que hacer lactancia "a oferta" más que "a demanda", para no saltarnos tomas ya que igual está tan débil que no pide.
Será importante mantener una buena producción, y aquí podemos ayudar a la mamá para dominar una buena técnica de extracción (manual o con extractor) y enseñar a los padres a ofrecer al bebé esa leche extraída sin usar biberón, con métodos respetuosos que no interfieran más aún en su succión, o como la jeringa-dedo que además les estimulen.
Y aquí es donde es tan importante hacer una buena reeducación de la succión con ejercicios y masajes de terapia orofacial, tanto intraoral o como perioral, que están funcionando tan bien en la consulta.
La postura llamada "Dan-Cer" (por el nombre de quienes la definieron S.C. Danner y E. Cerutti) suele ser la que mejor funciona y las más recomendada en los inicios de la lactancia con bebés con Síndrome de Down. Y hacer compresiones del pecho durante la toma.
Si un buen apoyo y acompañamiento es fundamental en casi todos los casos, más lo es en los casos con Down. Si tu hijo nacerá con este síndrome, puedes ponerte en contacto con una IBCLC cercana para que te acompañe. Mira aquí.
El acompañamiento a la madre (a la familia) es importante que se dé a lo largo del tiempo y no de forma puntual.
Riesgos de tomar biberón
No sólo es importante el contenido, sino también el continente. El otro día veíamos los riesgos de tomar leche artificial. Veamos hoy qué riesgos hay si además se lo damos con tetina...
El pecho de la hembra humana es una glándula preparada fisiológicamente para el amamantamiento. Es su función natural. No todas las mujeres tienen hijos. Pero todas las que tienen hijos deberían usar el pecho para lo que fue creado. El no hacerlo puede ocasionar muchos problemas. ¿Imaginas no usar los riñones para su función? ¿Y si no usas los pulmones?
Riesgos del biberón (y las chupetas)
Succionando el pecho, las mandíbulas y la lengua trabajan de forma coordinada, coordinándose también con la respiración. Este patrón succión-deglución-respiración, cuando está alterado, ocasiona muchos problemas. Cuando el cachorro humano toma biberón pueden ocurrir una serie de alteraciones en el área maxilo-facial, oral y faríngea relacionadas con la forma de la tetina y la manera distinta de tomar la leche cuando se hace con biberón/tetina. Como en el biberón el flujo está asegurado y no hay que hacer esfuerzo, se altera la función de la succión-deglución-respiración porque al bebé le cuesta gestionar la salida de la leche para no atragantarse.
Esta desorganización de los patrones de succión-deglución-respiración puede causar:
· regurgitación y episodios de apneas más prolongadas.
· deglución atípica.
· respiración bucal.
· disfunción masticatoria.
· dificultades en el lenguaje por la dificultad en la articulación de algunos fonemas.
· alteraciones posturales…
· más problemas médicos del tipo vegetaciones y anginas, debido precisamente a esa anormalidad en la función succión- deglución.
· más alergias.
· el paladar y la arcada dentaria no se desarrollan correctamente, esto va a suponer problemas de mordida, y de colocación de los dientes definitivos. Mala oclusión y mordida abierta.
Mejor no tomar biberón.
Si no puedes darle directamente el pecho, o bien tienes que darle un complemento por un motivo justificado (consulta a tu asesora) se lo doy con cualquier otro método que no sea el biberón. Ver aquí.
Si tu hijo toma biberón, procura que a partir de los 6-7 meses vaya familiarizándose con el vaso.
Si ya han pasado 6 meses o más, puedes retirarlo ya del todo. Fuera chupetes y cualquier biberón cuando cumpla un año. Ningún niño, ni de biberón ni de pecho, debería tomar biberón ni llevar chupeta cuando cumpla su primer año.
La succión al pecho contribuye a un desarrollo facial correcto y armónico y ayuda aprevenir enfermedades y problemas de dicción.
¿Qué pasa si decido no dar el pecho? Riesgos de la lactancia artificial. Riesgos del biberón/tetinas.
Parto de la
base de que el bebé viene al mundo preparado para tomar el pecho, porque el
bebé es una cría mamífera.
Pero parece
que algo tan sencillo y tan importante a veces se le olvida a la sociedad. Por
mucho que la publicidad y los anuncios nos quieran camelar, por muchos
intereses comerciales que haya, ningún biberón y ninguna tetina se aproxima
siquiera a la forma de un pecho, a su textura, su consistencia, su tacto, su
calor… Ninguno. Y si te dicen lo contrario evidentemente te están engañando.
Porque quieren que consumas.
Una mamá
reciente es un consumidor en potencia. Y claro, dar la teta no produce gasto
alguno, (todo lo contrario, de hecho es un ahorro), pero eso no interesa. La
industria dice “voy a crear necesidades a
las mamás para que consuman” y así se inventa que tu leche no vale, que es agua,
que este bibe o esta tetina imitan al pecho
perfectamente, que esta leche es mejor
que la materna, que necesitas
imperiosamente comprar este trasto para limpiar porque tu hijo está
expuesto a los gérmenes, que… mil bobadas. Bobadas,
señores comerciantes, bobadas. A la industria no le interesa la lactancia, está
claro.
El bebé que
toma el pecho está haciendo algo para lo que viene programado genéticamente, y
esto es así desde hace millones de años. ¡Vaya fastidio que justo ahora el ser
humano ya no necesite el pecho!! ¡Qué raro, no!!?? El bebé que toma el pecho
realiza unos movimientos de succión concretos que son los que hacen que su
desarrollo facial sea el correcto. Si no toma el pecho su desarrollo no es el
adecuado.
Daños anatómicos causados por tomar biberón:Veamos pues:
Succionando
el pecho, las mandíbulas y la lengua trabajan de forma coordinada, coordinándose también con la respiración. Este
patrón succión-deglución-respiración,
cuando está alterado, ocasiona muchos problemas. Cuando el cachorro humano toma biberón pueden
ocurrir una serie de alteraciones en el área maxilo-facial, oral y faríngea relacionadas
con la forma de la tetina y la manera distinta de tomar la leche cuando se hace
con biberón/tetina. Como en el biberón el flujo está asegurado y no hay que
hacer esfuerzo, se altera la función de la succión-deglución-respiración porque
al bebé le cuesta gestionar la salida de la leche para no atragantarse.
Esta
desorganización de los patrones de succión-deglución-respiración causa:
·
regurgitación
y episodios de apneas más prolongadas.
·
deglución
atípica, respiración bucal, disfunción masticatoria, dificultades en el
lenguaje por la dificultad en la articulación de algunos fonemas, alteraciones
posturales…
·
más
problemas médicos del tipo vegetaciones y anginas, debido precisamente a esa
anormalidad en la función succión- deglución.
·
más
otitis y más alergias.






Hemos
visto los daños anatómicos, desde luego no desdeñables, pero peores son los
daños de los que voy a hablar ahora. Si
te interesan los estudios te los podemos hacer llegar. Aquí no quiero saturar
con datos muy técnicos, sólo quiero hacerte ver lo que hay. Para que estés
informada o informado, y después tomes la decisión que creas oportuna. Pero
luego no digas que no lo sabías. Lee, lee:
·
Nutricionalmente,
nada que ver. La leche artificial carece de los nutrientes, no puede llevar
todo lo que lleva la leche materna.
·
Respiración
bucal: cuando el patrón de succión-deglución-respiración no es el adecuado, las
anginas y vegetaciones de congestionan fácilmente. El bebé respira más por la
boca con lo que el aire que entra no está templado ni filtrado por la nariz,
provocando más problemas respiratorios. De ahí que los niños de biberón tienen
más otitis y otras enfermedades respiratorias recurrentes.
·
Mayor
riesgo de asma, nada menos que un 50% más
de riesgo es niños que toman leche artificial.
·
Mayor
riesgo de otitis media e infecciones de oído.
·
Mayor
riesgo de hipoacusia.
·
Se
altera su desarrollo torácico y la postura corporal debida a la posición
compensatoria que adquiere la cabeza y el cuello con respecto al eje vertical
del cuerpo.
·
Obesidad.
·
Diabetes.
·
Difícil
digestión.
·
Más
caries.
·
Problemas
en la preparación de los biberones. ¿Es lo mismo hacer el biberón con 30 ml de
agua que con 30,5ml? ¿Y si echas unas décimas más de gramos de leche en polvo?
¿Todos los biberones están exactamente igual y bien preparados? ¿Siempre es la
misma agua? ¿Sí? Entonces no hay variación del sabor. ¿No? ¿Entonces corres
riesgos de que esté también el agua contaminada?
·
Contaminación
de los preparados. No sería la primera vez que se retiran lotes completos por
contaminación. Pero también contaminación del agua, y contaminación de los
biberones y utensilios, y contaminación del preparador…
·
Incapacidad
inmunológica. Pues sí. La leche artificial, de fórmula, de vaca modificada, no
tienen absolutamente ningún anticuerpo.
Ni uno. ¿Cómo vas a inmunizar a tu bebé si no le das pecho?
·
Mayor
coste. Sólo en los primeros seis meses son más de 1200 euros, sólo en leche,
sin contar biberones y demás…
·
Mayor
riesgo de cáncer durante la infancia.
·
Mayor
riesgo de alergia a los alimentos y alergia respiratoria, mayor riesgo de dermatitis
atópica, eccemas…
·
Menor
desarrollo cognitivo. Sí, los niños de teta también son más inteligentes. Es
cuestión de unos puntos, pero para un niño que está en el límite, puede suponer
la diferencia entre la normalidad y el retraso.
· Mayor
riesgo de enfermedades crónicas: diabetes tipo I, celiaquía, enfermedades
gastrointestinales, y algunos tipos de cáncer.
·
Mayor
riesgo de enfermedad cardiovascular: porque la leche artificial aumenta los niveles
de colesterol y la tensión arterial.
·
Mayor
riesgo de mortalidad.
·
Mayores
tasas de hospitalización.
·
Más
episodios de rotavirus y diarreas, con hospitalizaciones más largas.
·
Sistema
inmune mucho más débil.
·
Más
probabilidad de necesitar ortodoncia y/o logopedas.
Para
la madre los riesgos son también claros:
·
Mayor
riesgo de cáncer para la madre, tanto de ovario, de endometrio, como de mama.
·
Mayor
riesgo de osteoporosis.
·
Mayor
riesgo de artritis reumatoide.
A modo de resumen
En
1 cm3 de leche materna hay 1500 inmunoglobulinas - o sea,
anticuerpos- y en 1 cm3 o en
un litro de leche artificial no hay en absoluto ni una célula inmunitaria. Los
componentes bioactivos específicos de la leche humana como moduladores de
crecimiento, enzimas, hormonas y células (leucocitos) no se encuentran en la
leche de vaca ni en las fórmulas lácteas procesadas (Bullen, C, 1980:235)
La
leche materna es el alimento más adecuado para un bebé recién nacido. Su
contenido en nutrientes, vitaminas y minerales cubre perfectamente las
necesidades del bebé. Además de los nutrientes adecuados la leche materna
contiene varios anticuerpos, los cuales son una ayuda imprescindible para el
sistema inmunológico del bebé para prevenir y combatir enfermedades.
Y
una aclaración: un biberón de leche materna (se entiende que previamente extraída)
sólo tiene riesgos en la faceta anatómica, no del resto porque el contenido es
adecuado al bebé. Pero sin embargo aunque sea de leche extraída mejor no usar
nunca una tetina. Hay mejores maneras de dárselo. Y como ya menciono cuando
hablo del método
Kassing, si no queda más remedio que dar un bibe, que sea con este método.
Y
una reflexión: artificial significa “No natural, falso”. La leche de fórmula es
ARTIFICIAL. Si es que la misma palabra lo dice…
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