¿Por qué tanta prisa para empezar a dar papillas?
No entiendo esa prisa por correr, ese ansia por comenzar a
darle papillas y purés al bebé…
No hay que demostrar que la leche materna sea mejor. La
leche materna es lo normal en la especie humana. De eso no hay duda. Sabemos ya
todos, afortunadamente también casi todos los pediatras que nos atienden, que
los bebés deben tomar leche materna en exclusiva los primeros 6 meses de vida.
Hasta hace relativamente poco todavía recomendaban empezar con papillas a partir
del 4º mes. Bueno, al menos ya saben hoy día que ha de ser 6 meses y no suelen
recomendar la alimentación con purés y papillas hasta los 6.
Tomando puré |
Y digo purés y papillas (y no sólidos como debería ser) porque
por desgracia siguen creyendo que ese es el modo de hacerlo. Y está tan tan
arraigado en la sociedad nuestra, que todo el mundo ve normal empezar con
papillas y purés y quitar teta para dar biberones. Por favor, es como si tu
endocrino o tu nutricionista te recomendara comer hamburguesas en lugar de
fruta y verdura… ¡No tiene sentido! La leche artificial es leche artificial. ARTIFICIAL, la palabra lo dice. Y hay
quien no se ha parado a pensar que la leche de fórmula es leche artificial. A
ver, que hay veces que es necesaria, no lo niego, y soy la primera que la recomiendo
en según qué casos si es necesaria. Pero
cuando tienes leche en tus pechos, llevas unos meses lactando, ¿qué necesidad
hay de quitar la buena (o sea, la tuya) para darle otra de menor calidad? No lo entiendo.
Además la leche artificial no aporta ni una sola inmunoglobulina,
ni un anticuerpo, nada de eso. Y si encima coincide la mayoría de las veces el
cese o disminución de la lactancia con el ingreso en la guardería, ya tienes
ahí el cóctel molotov de las infecciones, y todas las -itis que se cogen en la
guarde… Aunque sólo fuera por comodidad para no caer enfermo: ya que le llevas
a la guarde, sigue con la teta…
Papillas y purés que no aportan mucho al bebé, que le quitan
de tomar pecho, y que encima están en un formato en el que no aprenden a comer
ni usan su boca para aprender a masticar y seguir su desarrollo normal iniciado
con la succión del pecho.
Papilla |
Una papilla de frutas mezcladas no ayuda al bebé a
distinguir a sabores, ni a masticar, ni a disfrutar de la comida. Ni le enseña
a comer lo que va a comer de mayor. Le acostumbras a dárselo con cuchara, sin
que pueda decidir qué traga y qué no, y aprender a gestionar el bolo en la
boca. Además tiene pocas calorías y el bebé tendrá hambre enseguida.
Un puré pastoso con cuatro verduras y un trozo de carne es
igual de desagradable y tampoco le aporta mucho al bebé, desde luego menos de
lo que aporta un buen trago de leche.
Si tienes prisa por darle otros alimentos, es mejor que empieces
con los sólidos, desde el principio. Cuando esté preparado, sobre los 6-8
meses. ¿Por qué hay madres que el día que cumple el bebé 6 meses ya quieren que
se coma 200 grs de puré? Puede que el bebé no esté preparado aún. Y que no le
apetezca porque prefiere pecho, y no pasa nada. La leche materna le sigue
aportando calorías suficientes y todo lo que necesita en ese momento.
El bebé no estará preparado hasta que no sea capaz de
sentarse solo. Tiene que tener la musculatura de la faja abdominal preparada, dentro
de la cual están los órganos del aparato digestivo. Además el bebé no tiene que
tener reflejo de extrusión (empujar con la lengua y no dejar que entre la
cuchara). ¡Cuántas madres veo forzando con la cuchara a un bebé que no está preparado…!
Y además antes de empezar con los sólidos tienes que comprobar que
efectivamente el bebé quiere, que muestra interés por tu comida, y que sabe
mostrar signos de saciedad o de hambre. Entonces es cuando puedes empezar,
aunque tenga 7 meses o 6 meses y 20 días, u 8 meses… Si está tomando teta a
demanda estará bien servido.
Y sí, deberías empezar con trozos adaptados a la edad. No
con purés. Es una ventana de oportunidad en ese momento abierta, pero si te
acomodas en los purés luego será más difícil el paso al sólido, a la comida que
tú comes. El objetivo de la alimentación
complementaria es que un bebé al año coma lo mismo que sus padres, (salvo
excepciones como marisco, casquería, frutos secos…). Pero ¿cómo vas a lograr el
objetivo si le estás atiborrando a purés y papillas? Costará más, obviamente.
Ventana de oportunidad |
Cuando imparto cada mes los talleres de Baby Led Weaning muchas mamás quedan realmente
sorprendidas al explicar esto. Y siempre salta la duda: el miedo al atragantamiento.
Yo siempre digo que a mamar se aprende mamando, y que a comer se aprende comiendo.
Si no le dejas hacerlo…
Luego vemos niños que con 3 o 4 años siguen comiendo purés
porque su ventana de oportunidad se cerró y los padres nos consiguen que
mastique.
Luego vemos logopedas rehabilitado la succión y la deglución
y otros problemas causados por ese empeño en atiborrar de purés a los niños
pequeños.
No cuesta nada hacerlo bien y es mucho más sencillo y menos aparatoso.
No hay que estar con la batidora, ni transportando "tuppers".
No dejes de acudir a los talleres de Baby Led Weaning o
preguntarme cualquier duda.
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