Agradecimiento de un madre (mesa electoral y lactancia)
De
bien nacido es ser agradecido, eso es algo que me enseñaron mis padres, así que
aquí estoy para dar las gracias a esas personas que hacen que, aunque el
sistema no funcione, siga pudiendo creer en la gente, que te encuentras buenas
personas que hacen que las cosas funcionen por conciencia, no por interés…
Y
eso fue lo que me encontré en las urnas, entre los que estábamos allí para
cumplir con nuestras obligaciones. Acudimos todos, incluidos mi bebé y yo, a
las 8 de la mañana para configurar las mesas. Nadie entendía por qué tenía que
estar allí con un niño pequeño, y mucho menos lo entendían con la casuística
que les expliqué. Hasta dónde llega el corazón que una de las suplentes (2ª
suplente de 2º vocal) se presentó voluntaria para cubrir mi puesto.
Inicialmente desde el ayuntamiento no nos lo permitieron, pero al final,
gracias a una Policía Nacional y una de las trabajadoras del ayuntamiento que,
con mucho corazón y cabeza que hicieron entender a la junta electoral que ese
no era sitio para un bebé, que de ninguna de las maneras podía pasar el día
allí, y mucho menos esperar a que terminara las funciones de presidenta para
poder irse a dormir.
Total
que a las 10:30, después de unas cuantas llamadas y peripecias pudimos estar mi
pequeño y yo en casa, con una nueva experiencia a la espalda, y el
agradecimiento a mis compañeras de mesa por insistir, a mi sustituta por su
voluntariedad y a la Policía Nacional y la trabajadora del ayuntamiento por
empeñarse y lograr que prime la lógica a la burocracia.
También
gracias a todas esas personas que en este camino de lo absurdo me habéis
apoyado y me habéis dado ánimos y un hombro en el que descargar la
insatisfacción del absurdo del sistema.
GRACIAS
Maira Chicote de
Miguel
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