Tasas de lactancia en Aranda de Duero

Lo primero que quiero aclarar es que no se trata de un documento oficial. Se trata de los datos recogidos por personal del Hospital Santo Reyes, de Aranda de Duero, y que me pasaron amablemente para realizar un trabajo en uno de los cursos que realicé hace años.

Los datos sólo recogen el número de nacimientos al mes, cuántas lactancias se iniciaron en la primera hora de nacer, en horas posteriores (como es el caso de las cesáreas) o el número de mujeres que no iniciaron la lactancia materna.

Cabría preguntarse por qué no la iniciaron. Tal vez por una mala experiencia previa, tal vez falta de información, tal vez una enfermedad que realmente imposibilita la lactancia...





Tienes que saber que la cesárea NO impide la lactancia materna, ni siquiera la retrasa porque la subida de la leche se produce a partir del momento del alumbramiento de la placenta, y eso ocurre siempre independientemente de cómo sea el parto. Sin embargo esos protocolos un tanto desfasados de separación tras la cesárea son los que retrasan el momento en que madre y bebé están juntos por vez primera y por tanto empieza la estimulación del pecho. Esa separación es la causa de tantos problemas...


Es curioso cómo aún hay desconocimiento a nivel de población general sobre los inconvenientes de una cesárea programada o de una cesárea realmente no necesaria. La práctica de cesáreas en España alcanza un 18 por ciento en los centros públicos y alrededor de un 28 por ciento en los privados, cifras muy superiores a lo que aconseja la OMS. En las "Recomendaciones sobre los derechos de la mujer embarazada y el bebé" de dicho organismo se afirma que "los países cuyas tasas de mortalidad perinatal son las más bajas del mundo tienen también las tasas de cesáreas inferiores al 10 por ciento. No hay, pues, razón alguna que justifique un índice de cesáreas superior".
En este documento vemos por ejemplo que en nuestra comunidad, Castilla-León, la tasa de cesáreas es de las más altas de España, datos de 2011:  25,46%.

Hablando hace poco con un conocido, fuera de mi consulta, sin que sepa él a qué me dedico, me comentaba que habían tenido un bebé hacía unas semanas, y que había sido cesárea. A mí se me escapó decir: "Oh, vaya, qué pena!" sin saber nada más sobre su mujer ni del porqué de esa cesárea, pero pensando en la madre privada de un parto natural y privada de un primer encuentro y altamente medicalizada y con una recuperación más lenta y penosa que la de un parto normal... Y pensando en un bebé traído al mundo de una forma más fría, sin poder estar en la teta y el regazo de su madre en horas... Y me daba mucha pena.

Sin embargo él me dijo: "Qué más da, si yo nací por cesárea y no pasa nada".

Y me callé.

Porque yo pensaba en el hijo, pero también en la madre. Y pensaba en las consecuencias de esa cesárea que seguro que no era necesaria... Y pensaba en esa mujer que cuando quiera tener el segundo seguro que le dicen que "como tiene una cesárea la toca otra irremediablemente"... Y pensaba en esa lactancia que luego he sabido también por boca del padre "que no fue posible porque no tenía leche..."

En fin, pero ¿cómo no me va a dar pena?

Si estás embarazada, infórmate. Es tu derecho.




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