Huelga de lactancia
La entrada original, publicada en agosto de 2016, llevaba una foto en la que se veía una teta y un bebé que la rechaza. Foto que ha sido censurada en julio 2022. Comentarios aquí
Llevas una lactancia ya de unos meses y de pronto tu bebé,
de un día para otro, no quiere mamar y aparentemente no hay un motivo que lo justifique.
Esto es una huelga de lactancia.
No tenemos que confundirlo con el destete. Es muy raro que
en condiciones normales un bebé menor de 6 meses se destete solo y de repente
si está con lactancia a demanda. Otra cosa es que hayamos por ejemplo empezado
a darle alimentación complementaria y/o que estés haciendo una lactancia mixta
con biberones. Esos destetes tempranos se deben a interferencias como biberones,
chupetes o exceso de alimentación complementaria.
Pero si haces lactancia exclusiva a demanda, antes de los 6
meses ningún bebé se desteta solo. Cuando una madre comenta que el bebé se destetó
a los 3 meses o que dejó de querer teta a los 4, ya sabemos lo que estaba
ocurriendo: que la madre ofrecía esa terrible "ayudita" en forma de
biberón y al final el bebé ha preferido lo otro. Si está sólo a pecho es
imposible que deje de pedir de repente porque se moriría de hambre. Si ocurriese
sería por una grave enfermedad.
Si es mayor de 6 meses y ya estás con sólidos, se recomienda
dar la teta siempre antes de la alimentación complementaria hasta el año de
edad, porque es la leche lo que le alimenta verdaderamente.
Si haces demanda, y la alimentación complementaria después
del pecho, el bebé no se desteta. Pero si un día de pronto deja de mamar de
forma repentina, ahí es lo que llamamos la huelga.
¿Qué es lo que ocurre?
Pueden ser varias causas, tanto de la madre como del bebé.
Un cambio en las cremas, desodorantes, jabones, etc. de la madre. O
un cambio en la alimentación de la madre, que haga que la leche tome un sabor
que le es extraño al bebé. Esto es poco frecuente. Otitis, una tortícolis, la
dentición… puede ser muy doloroso para el bebé, y a veces cursan sin otros
síntomas y tardamos en darnos cuenta de su molestar.
Es lo que más veo en la consulta, cuando el bebé está pasando
por algún proceso vírico y mamar le molesta. Dolor de garganta, puede tener
dolor de oídos y le molesta al tragar. Puede tener aftas en la boca, o estar
molesto por algún diente que va a salir…
Una vez confirmada la enfermedad por tu pediatra y tratada
si es necesario, el bebé va a mejorar. No dudes en darle paracetamol en la
dosis pautada según peso para aliviar el dolor. Igual que tú te tomas algo si
te duele la cabeza. Dándole la dosis adecuada su peso/edad le aliviará un montón
y podréis volver a la normalidad. También existen productos para las llagas de
la boca, inocuos, que se le pueden dar al bebé desde muy pequeño y producen un
alivio inmediato del dolor en la boca.
Así el bebé ya no tendrá "miedo" del pecho. Al pobre le apetece mucho
pero se siente tan mal al tragar…
Esto ocurre también cuando tiene virus del tipo mano-boca-pie
o herpangina, y demás que cursan con dolor de garganta y aparentemente no son
procesos graves, pero sí pueden hacerles muy molesta la toma. Es más frecuente
si están en guardería o en contacto con otros niños, y ocurre más en primavera-verano.
Pero todo tiene solución.
Otras causas de que el bebé entre en huelga pueden ser una
mastitis incipiente en la madre que hace la leche temporalmente más salada y desagrada
al bebé. O quizá la salida de los dientes, algunos salen y no nos enteramos,
pero otros dientecillos dan mucha guerra y son una lata al salir. Si el bebé
muerde y mamá ha dado un grito de dolor, puede asustar al niño y provocar el
inicio de la huelga.
El estrés de la madre,
de la familia en la casa, los cambios de rutina del tipo mudanza, reincorporación
al trabajo remunerado, enfermedad o muerte de un ser querido… a veces también
puede provocar la incomodidad del pequeño.
Pensando un poco seguro que das con la causa y es más fácil
poner remedio.
¿Qué puedes hacer?
Cuando el bebé dice que no, es que no, y hay que respetarlo.
Igual que hay que respetar a un adulto si dice que no. Eso está claro, y hay
que enseñarlo desde pequeño.
No se trata de ir detrás e insistir porque se va a sentir
presionado pero sí hacerle ver que lo tiene disponible, a su disposición, a mano,
a cualquier hora. Y nada mejor que desnudarte de cintura para arriba y jugar
con él, bañaros juntos, hacer actividades juntos… Ver la tele juntos, leer un
cuento... El agua caliente del baño relaja a ambos y además contribuye a
liberar oxitocina. Cualquier actividad juntitos en la que el bebé vea el pecho
ahí, a su disposición, pero sin decirle nada, sin insistirle a que lo tome. Ya
lo hará si no le presionamos.
Darle cuando está adormilado es también una buena idea porque
suelen mamar muy bien.
Recomendable también bajar los estímulos: menos luz, menos
ruido, que no haya distracciones.
Y no esperar a que tenga demasiada hambre.
Muchos brazos y mimos, mucho cariño, portearlo más…
Los cambios de postura pueden venir bien. Un bebé de 10-12
meses que ya tiene fuerza en las piernas y se quiere poner de pie, se va a
sentir muy agobiado en la postura tradicional de cuna. Quizá si le damos en
posturas diferentes que no se sienta tan aprisionado, mamará con más ganas. Hay
niños que sin andar aún maman muy bien apoyados en sus piernitas, de pie.
Y saber que a estas alturas, una toma puede durar muy poco
tiempo. En un par de minutos ha podido sacar lo que necesita. Así que no insistir.
Ofrecer, sin insistir. La paciencia siempre funciona tratándose de niños.
El bebé tiene que saber que está a su disposición cuando él
quiera, pero no sentirse nunca presionado.
A veces sí puede ocurrir que tras una huelga de lactancia
llega el destete real. Es cuando ellos nos destetan a nosotras y por lo general
no estamos preparadas para ello. Es duro para mamá.
Proteger la producción de leche.
Tanto en la huelga de lactancia, o en el destete abrupto, los
primeros días de la huelga hay que proteger la producción. Haremos extracciones
frecuentes (mejor si es con un extractor doble para ahorrar tiempo) para evitar
problemas en el pecho y le podemos ir dando la leche de otro modo, evitandosiempre las tetinas. Si no sacamos la leche podemos tener algún problema de retención,
mastitis… es mejor evitarlo. Y además la leche cambia un poco de sabor, se
vuelve más salada. Esto puede molestar mucho al bebé cuando por fin se decida a
volver a mamar y quizá vuelva a pensárselo…
Pero si vemos que la huelga va a acabar realmente en
destete, ya no tiene sentido proteger la producción. En ese caso iremos sacando
leche cuando esté el pecho muy lleno, pero sólo un poco, lo justo para sentir
alivio. Si vaciamos el pecho estaremos mandando la señal al cerebro de nuevo de
volver a producir para la siguiente toma como si estuviera el bebé mamando.
Si tu deseo es destetar, pregunta a tu IBCLC la mejor manera
para hacerlo evitando problemas para ti y para el bebé.
En cualquier caso tu especialista en lactancia podría hacer
un adecuado seguimiento para reconducir la lactancia y evitar problemas.
Recuerda:
la huelga es una situación transitoria y
con calma
y paciencia todo volverá a la normalidad.