Las crisis de crecimiento




Se les llama crisis de crecimiento, picos de crecimiento, escaleras de crecimiento, brotes de crecimiento, crisis de lactancia...
Son momentos puntuales a lo largo de la lactancia en los que parece que de pronto el bebé se enfada con la teta y ya no quiere mamar. O bien lo contrario, que parece que el bebé sólo quiere mamar y mamar y no se sacia nunca.
Se producen por dos causas: por maduración del niño, o por necesidad de aumentar la cantidad de leche porque va a dar un estirón, para poder crecer.
Abreviando, suelo explicar a las mamás que vienen a consulta  "la regla del 3-6", porque suelen coincidir, grosso modo, con las 3 semanas, las 6 semanas, los 3 meses y los 6 meses. Pero hay más.
Tampoco te lo tomes como algo matemático: puede que un niño la pase a las 3 semanas, pero otro la pase a las 2. No hay precisión en las fechas, son aproximadas, aunque algunos bebés las clavan. Y otros no las pasan. O pasan sólo algunas.
Y cuidado, no hay que achacar todo a una crisis de crecimiento. Cuidado. Hay veces que lo que se interpreta como crisis esconde un problema real que hay que solucionar, un verdadero escaso aumento de peso, una infección o un problema neurológico. Por eso se hacen revisiones periódicas en el pediatra.
El problema puede venir cuando algunos profesionales poco actualizados interpretan mal la crisis y asustan a la madre "amenazando" con biberones y papillas, con los riesgos que eso conlleva, "sugiriendo" adelantar la alimentación complementaria, o "advirtiendo" que si no coge X peso "le tendremos que ingresar". Por eso es tan importante que el profesional que nos atienda esté puesto al día, que sepa interpretar una gráfica de crecimiento, y que maneje información veraz y conozca estas crisis.
Las crisis pueden hacer que la madre dude de su capacidad de amamantar.
¿Cómo arreglo esto de la crisis de crecimiento? ¿Qué hago con la crisis de crecimiento? 
Pues paciencia. Si sé que es normal, si lo interpreto como algo normal, me relajo. Si sé que no es un problema, no hago un problema de algo que no lo es. Al estar relajada también transmito a mi bebé la relajación, o al menos no le pongo más nervioso. Y con muchos brazos, mucho mimo y bastante dosis de paciencia, todo se pasa.
Muchas veces la madre agobiada por la situación refiere que quiere destetar. No es el mejor momento. Espera que pase esta crisis, y seguro que luego lo ves de otro color. Y si aún así desear destetar, pregunta a tu IBCLC cómo hacerlo de la mejor manera posible, para que no sufras tú (tu pecho), ni sufra tu bebé.
Te dejo aquí las crisis de crecimiento más habituales:
CRISIS ENTRE LOS 15-17 DÍAS
- Franjas amplias, también hay niños que la empiezan entre los 12 y 20 días, pero la mayoría es a los 15-17 días.
- El bebé necesita más leche, tiene que aumentar la producción. En estos días va a recibir la mayor cantidad de leche en toda su lactancia, en torno a 1’5 litro al día.
- Mama de manera constante.
- Dura 3-4 días: en 3-4 días ha aumentado la producción y la crisis está resuelta.

CRISIS DE LAS 6-7 SEMANAS (los 40 días de vida del bebé)
- Hay un cambio de composición de la leche que hace que momentáneamente esté más salada.
- El bebé se muestra molesto por eses cambio de composición y tiene un patrón de conducta bastante habitual: empieza a succionar e inmediatamente se pone tenso, arquea la espalda, tensa las piernas, tira del pezón…
- Se resuelve en 1 SEMANA, como mucho en dos. (Si la madre sabe lo que pasa se muestra tranquila y no introduce un biberón). La composición se normaliza.

CRISIS DE LOS 3 MESES
- Es la más conocida.
- Hay muchos cambios en la madre y el bebé. Hay cambio en la maduración del bebé.
- Es la crisis que más abandonos registra porque las madres lo ven como un auténtico rechazo, como una falta de leche. Por qué: los bebés en este momento saben mamar muy bien, maman muy rápido. En 2,3, 4, 5 minutos a lo máximo pueden vaciar el pecho. Cuando la madre intenta volver a ofrecer, el niño rechaza, está inquieto, protesta… y la madre lo vive como un rechazo directo.
- El bebé empieza a tener más conexiones neuronales y empieza a ver más allá de la cara y el pecho de mamá y se distrae muy fácilmente. Se desengancha continuamente, mira a su madre, sonríe… El bebé hace un parón en el crecimiento, que la madre vive como que el bebé se queda con hambre, pero no es así.
- A los 3 meses sólo maman bien cuando están dormidos o adormilados. Si no hay ningún estímulo que lo distraiga, mama perfectamente.
- Es una crisis bastante desesperante porque es bastante larga. Puede durar un mes o mes y medio. El bebé tarda un mes o mes y medio en aprender que su madre produce leche cuando él la pide. Hasta la fecha la madre fabrica leche de forma constante, cada vez que el bebé se coloca encuentra leche. Pero a partir de los 3 meses fabrica en el momento que la pide. El bebé tarda un mes en acostumbrarse a este cambio, aprende en ese mes, mes y medio a esperar la subida de leche.
-Hay niños varones que la pueden sufrir a partir de los 4 meses. Es lo mismo pero a los 4 meses.

CRISIS DE LOS 6 MESES
- No ocurre en todos los bebés.
-Al introducir la AC, algunos sienten pasión por la AC. Tiene pocas ganas de mamar. Entonces la madre le intenta dar, y el bebé se niega, se enfada. Y cuando la madre forcejea intentando que tome, el bebé puede morder.
- Casi no maman, se enfadan.
- Se enfadan y muerden el pecho. Como puede que ya tengan dientes, pueden causar traumatismos.
- El problema de esta crisis es que las madres suelen malinterpretarlo: interpretan que rechaza el pecho porque ya no le hace falta. Un niño de esta edad aún necesita un gran aporte de leche. Hay que tener paciencia, y esperar a que se le pase la pasión por la AC y recupere el interés por mamar. No se trata de perseguir al bebé con la teta fuera todo el día, sino de intentar favorecer el contacto físico, que el bebé vea el pecho como una opción pero no como una obligación.

CRISIS DE LOS 8-9 MESES
- No pasa en todos los bebés.
- Se puede manifestar de manera totalmente opuestas:
1. Hay bebés que prefieren gatear, experimentar, tocar… antes de mamar y cuando la madre ofrece el pecho se enfadan, lloran, no quieren de ninguna manera, se sienten aprisionados delante del pecho y quieren huir a hacer otras cosas.
- Más que el pecho lo que rechazan es la postura. Prefieren hacer otras cosas, entonces darle pecho de pie es más efectivo, ya no les gusta tanto la posición de cuna.
- Pueden morder el pecho con insistencia.
- Dormidos o medio dormidos maman bien. Sólo rechazan el pecho cuando hay acción.
- En una minoría de bebés puede producirse el destete porque la madre interprete mal.
2. Y hay otro tipo de bebés que les pasa lo contrario, que a partir de los 8 meses se produce la angustia de la separación, y muchos bebés maman muchísimo, empiezan a hacer chupitos constantes de pecho para impedir que su madre desaparezca pues tienen la sensación de que va a desaparecer en cualquier momento.

CRISIS DEL AÑO
- Al año sólo maman. No comen.
- Los que comían AC dejan de comer y sólo maman, y los que no comían, siguen queriendo sólo mamar.
- Esto es debido a que al año dejan de crecer durante un período de 6 meses aproximadamente, y sólo con la energía y las calorías aportadas por el pecho y lo poquito de AC que tomen tiene suficiente.

CRISIS DE LOS DOS AÑOS
- A los dos años parecen recién nacidos.
- Están en los terribles dos años, es una etapa complicada, y la manera de reencontrarse con su madre es el pecho. A través del pecho se consuelan y pasan una etapa de altísima demanda, vuelven a ser bebés recién nacidos, muy demandantes y muchas madres que han superado todos los anteriores brotes/crisis de crecimiento viven los dos años como una auténtica angustia. Una vez pasado este gran bache la lactancia se vuelve muy fácil. Es la última crisis.
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Publicación original del 25-2-2014


IBCLC DAY

Como hay días para todo, nosotr@s IBCLC también celebramos nuestro día. Primer miércoles de marzo.

Felicidades a todas las IBCLC, especialmente a mis compañeras de la Asociación Española de Consultoras (AECCLM).

Luisa atendiendo en la consulta de Aranda de Duero. Puedes pedir cita en +34 606 99 57 28


Esta titulación es la única, a nivel mundial, que certifica que una persona posee los conocimientos teóricos, prácticos y éticos en lactancia materna y amamantamiento para dedicarse profesionalmente a la atención de madres/bebés y a la docencia en el campo de la lactancia.



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Donación de leche materna

 


Existen 22 bancos de leche en España. ¿Quieres donar? 

La Organización Mundial de la Salud recomienda alimentar al bebé exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses de vida, ya que le aporta los nutrientes necesarios para crecer.

Cuando por la razón que sea no se disponga de leche de la propia madre, la leche donada es la mejor opción.

Hay recién nacidos que lo necesitan, como los bebés prematuros y los que pesan menos de 1.500 gramos, quienes pueden beneficiarse mucho de esta leche si su madre no puede amamantarlos

Por lo general, la leche materna puede contribuir a reducir la muerte de los recién nacidos con enfermedades graves de forma significativa.

La leche materna es el mejor alimento que puede recibir un bebé, puesto que es mucho más completa que cualquier otra alternativa.

La leche materna es fácil de digerir, y no solo puede ayudar a la recuperación intestinal después de una cirugía, también puede combatir las infecciones intestinales en los recién nacidos.

Tiene una función inmunológica importante. Contiene nutrientes y componentes biológicos que garantizan el crecimiento y ayudan al sistema inmunitario de los bebés durante sus primeros años de vida.

 

"Cuando no se disponga de leche de la propia madre, la leche pasteurizada de madres donantes seleccionadas es la mejor opción para la alimentación de los niños, sobre todo si se trata de niños enfermos o de alto riesgo” (Nutrición del lactante y del niño pequeño. Estrategia mundial para la alimentación del lactante y del niño pequeño. Informe de la Secretaría. 55ª Asamblea Mundial de la Salud. 16 de abril de 2002. A55/15. Ginebra)


Preparando la lactancia

 

Galerías Isilla- Aranda de Duero
Cita previa - 606 99 57 28 
Online y Presencial

No cerramos por vacaciones

Consulta en vacaciones... Encontrar un profesional de salud (privado), pediatra por ejemplo, que te atienda en tiempo de vacaciones, a veces es un triunfo.

Teniendo en cuenta que las mujeres seguimos pariendo, criando y lactando en agosto igual que el resto del año, alguien tiene que quedarse de guardia para atender todas esas dudas y problemas que puedan surgir.



Por eso te ofrezco mi ayuda y experiencia y no cierro en verano. Tanto las consultas online como las consultas presenciales estarán operativas.

  1. Para las consultas online solo tiene que enviarme un WhatsApp y concretamos la hora para hacer videollamada o llamada.
  2. Para las consultas presenciales desde cualquier punto de la geografía española, (especialmente provincias de Madrid, Segovia, Soria, Palencia, Valladolid, Burgos, La Rioja, Álava y Cantabria por cercanía) pide tu cita.

Sólo tienes que tener en cuenta que en la consulta presencial:
  • Pueden venir dos adultos con el bebé.
  • Si utilizas sacaleches, o pezoneras, o cualquier artilugio; o bien si das leche artificial, biberón o suplemento, tendrás que traerlo todo.
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  • Si por algún motivo tienes que retrasar o anular, avísame para dar paso a otra mamá.


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Luisa F. Santos IBCLC 47604



Todo lo que debes saber si has tenido una cesárea y quieres dar el pecho

 Colaboración con HOLA.COM 



Una cesárea es una operación quirúrgica que consiste en extraer el feto del vientre de la madre mediante una incisión en la pared abdominal y uterina. 

La cesárea puede estar justificada muchas veces. Pero muchas más no lo está. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda situar la tasa de cesáreas en un 10-15% para reducir los datos de mortalidad de las madres y de los bebés en el parto.

En España se supera con creces. Según datos del ministerio de Sanidad de 2012 la tasa es de 25,25%, y es mayor aún en la sanidad privada. Castilla y León, nuestra comunidad, nada menos que un 27%.  (Puedes leer también este artículo sobre por qué ya los niños no nacen en día festivo).

Puede hacerse si hay complicaciones en el momento del parto como prolapso de cordón, problemas con la frecuencia cardíaca del bebé, desprendimiento prematuro de placenta, herpes genital en el momento del parto…. Pero también en ocasiones se programa con antelación, a veces por causas justificadas como placenta previa, macrosomía, mala colocación del feto, operaciones en el vientre previas, embarazos múltiples… A veces se programa sin necesidad, por comodidad de la madre (!!!), o por comodidad del personal (!!!).

Lo más frecuente es aplicar anestesia epidural o espinal así que la mujer es consciente del proceso.

Se trata de una cirugía abdominal importante, y por eso tiene más riesgos que un parto vaginal: más riesgo de infección, de hemorragia interna, de coágulos, de lesiones de vejiga o en el intestino, mayor dolor, más tiempo ingresada y recuperación más lenta que en el parto vaginal. Una cesárea incrementa el riesgo de otra cesárea en siguientes embarazos. La cesárea es una operación mayor, con riesgos para la madre. Pero hacer nacer al niño antes de tiempo también es malo para él, es un bebé no maduro que aún no iba a nacer.

Foto cesárea



Sea cual sea tu caso, lo importante es saber que con cesárea se puede amamantar sin problemas.
Aunque aún circula un falso mito por ahí que dice que en cesárea no sube la leche o que tarda más en subir. Ahora ya sabes que eso es falso. El comienzo de la lactancia no depende del tipo de parto, sino del momento en que sale la placenta. Una vez que sale (o te extraen) la placenta, la progesterona que ha estado alta todo el embarazo empieza a bajar para dar paso a la prolactina, encargada de producir la leche. Esto va ocurriendo de forma paulatina hasta que alrededor de las 50-72 horas ya se tiene leche. Mientras está el calostro, muy importante. Si se pone al bebé al pecho para que extraiga el calostro, poco a poco, muchas veces a ratitos cortos, cada poco, continuamente,  la subida de la leche no se nota de repente, ni con dolor o ingurgitación. Eso es buena señal. Si no notas ingurgitación es que lo estás haciendo muy bien.

Antes eran mucho más frecuentes que ahora las dolorosas ingurgitaciones porque no se ponía al pecho al niño nada más nacer ni con tanta frecuencia. Sin ir más lejos en mi primer parto tuve una ingurgitación de aúpa, por desconocimiento y poca ayuda en el hospital. Cuando ocurre es doloroso y cuesta un montón que el bebé se enganche. Puedes leer aquí cómo solucionarlo.

O sea, que fisiológicamente no hay ninguna razón por la cual el hecho de tener cesárea haga que la leche tarde más en subir.

Aún hay muchas mujeres que así lo creen firmemente y lo peor es que sus médicos así se lo hicieron creer… y a día de hoy siguen convencidas de que no dieron el pecho porque no podían al ser cesárea.

Pero…
Lo que sí puede ocurrir es que los obsoletos protocolos de separación influyan. Son las rutinas del hospital las que pueden hacer que todo este proceso natural se vea dificultado, empezando por esa innecesaria separación la primera hora de vida. Y siguiendo porque al haber dolor te lo pones al pecho menos veces, y porque necesitas que te echen una mano al principio para colocarte al bebé.

Vale, pero he tenido cesárea, justificada o no, ¿ahora qué hago?

Has tenido una cesárea. No era el parto que esperabas pero las circunstancias te han llevado a cesárea, quizá porque el bebé estaba de nalgas y en tu hospital no se atreven con un parto podálico. Quizá porque había sufrimiento fetal. Quizá porque es un parto múltiple y uno de los bebés, o los dos, no está colocado. Quizá porque sales de cuentas en festivo y el personal que te va a atender no quiere trabajar en la guardia, o simplemente porque no va a haber personal esos días festivos.

Sea la razón que sea, no ha sido parto vaginal. Y eso tiene una implicación: la separación de la madre y el bebé.

Algunos hospitales, creyéndose muy modernos o actualizados, dejan al bebé con el padre en una sala, solos, mientras la madre, sola, aislada, se recupera en otra. ¿No podrían ponerles juntos? ¡¡No!! No vaya a ser que a la madre le dé por querer tocar a su hijo… ("modo irónico on")

¿Qué ocurre pues? La separación suele durar entre 3 y 4 horas. Quizá algún hospital hace "sólo" 2 horas. Otros hacen muchas más horas y mientras llevan al bebé a incubadora o al nido. Eso es más triste aún. Si tu hospital al menos le deja con el padre, ni tan mal. Pero no debería ser así. El bebé tiene que estar con su madre. Y si ésta está bien, así como el bebé, si no ha habido complicaciones, si sólo tienen que controlar que recupere la movilidad tras la anestesia, no hay ningún impedimento para que el bebé esté en el pecho de su mamá, que es donde debe estar. Y con el papá acompañando y usando sus manos si mamá aún no se puede mover bien.

Por fortuna hay ya algunos hospitales que usan la lógica y han adaptado o modificado los protocolos. Y en un tiempo (¿cuántos años tendrán que pasar?) será lo normal en todos. No se pueden evitar todas las cesáreas, y de hecho las que son necesarias salvan vidas. Pero sí podemos luchar para que la cesárea sea respetada.

El primer día.

Como sabes, los bebés al nacer están despiertos y activos, en estado de alerta. Este estado dura entre una hora y hora y media, incluso dos horas. La OMS recomienda hacer piel con piel en esa primera hora, colocar al bebé en el pecho de mamá en contacto directo, para facilitar la primera toma y aprovechar todos los instintos activos. Una vez pasada esa primera hora el bebé cae en un letargo fisiológico, el letargo de los recién nacidos, que puede durar hasta 16-24 horas. Es un tiempo en que duermen y duermen y si no han mamado bien en esa primera hora luego adormilados va a ser más difícil.

Pero volvamos a ese momento de separación mamá-bebé. En la cesárea esa hora se la saltan. ¿Qué hacemos entonces? Cuando por fin "te dan" a tu bebé, es muy importante que te lo pongas encima inmediatamente, sin ropa de por medio, pero tapados por una sábana o toalla caliente. En ese momento mágico conoces de verdad, por fin, a tu bebé. Aprovecha para conocerlo y soltar todas las emociones. Es un momento mágico a pesar de todo. Una vez que mamá y bebé os habéis conocido y estáis por fin juntos, con papá al lado, es interesante contar con el apoyo de un especialista para explicaros todas las señales y posibles pasos a dar o ayudar en la colocación. Lo más normal es que el bebé no esté muy activo, pues se le pasó el estado de alerta. Pero en ese período de sueño también hacen movimientos y gestos y en cuanto se muevan un poco hay que aprovechar para ofrecerles el pecho. Al estar adormilados no van a estar buscando. Si le colocamos muy cerca del pezón, con la boca casi pegando, cuando haga algún movimiento lo tendrá cerca. Si hace ademán de abrir la boca, le ayudamos. El primer agarre al pecho será más difícil, costará más tiempo que se enganche. Pero sí puede hacerlo a pesar del letargo. El especialista te puede ayudar a colocar bien la boca o darte indicaciones concretas para que tú lo hagas. Te en cuenta que hablamos de cesárea y es posible que tengas dolor, que aún sigas sondada, que tengas malestar y que apenas te puedas mover.

Durante todo el letargo es mejor que el bebé no se separe de mamá, y si mamá también se duerme, eso que se lleva por delante. A medida que pasen las horas el bebé se irá activando y despertando.

Importante estar atento a sus señales para no saltarse nada. Las señales son el movimiento de la cabeza, de los brazos, y apertura de la boca. No le dejes llorar, ponle al pecho antes.

Al principio le va a costar mucho agarrarse bien. Puedes mientras irte familiarizando con el pecho. Si ya has hecho extracción prenatal de calostro, te será muy fácil ahora. Si no lo has hecho, es el momento de empezar a extraer. La cara de una mamá que ve su primera gota de leche (calostro) en el pecho es de satisfacción absoluta. Hablamos de gotas, pequeñas gotas amarillas, nada más. ¡¡Y nada menos!! Ver que hay leche tranquiliza. Si hay varias gotas puedes recogerlas con una mini-jeringuilla para dárselo después. Si ya traías el calostro extraído, y ves que el letargo hace que no se agarre, es el momento de darle un poco. Y tú continúas buscando esas gotas mágicas en tu pecho.

Foto de la primera gota



El segundo día de vida ya estará mucho más activo y buscará. Aunque no te hayan dejado hacer piel con piel en la cesárea, o hayas tardado mucho en poder hacerlo, la estancia en el hospital es estupenda para hacerlo, pues no tienes que hacer nada más. Todo el rato que puedas.

Verifica siempre la posición de la boca.  En las cientos de mujeres que he atendido en esos primeros momentos, es curioso que aunque conozcan la teoría o hayan leído sobre cómo poner al bebé, el momento en sí no tiene nada que ver con la teoría. Siempre hay algo mejorable. Si tienes una especialista, tira de ella en los primeros días. Empezar bien allana el camino para el después. Sírvete de los conocimientos de quien sabe, déjate guiar.

Y entiende la demanda.

Porque es muy frecuente oír a las mamás decir que en cuanto le deja en la cuna el bebé llora. O empezar con buen pie pero al 4º día ir pidiendo una chupeta porque el cansancio va haciendo mella… Todo lo que sepas que es normal, no lo interpretarás como un problema. Y si no hay problemas estarás más relajada. Y si estás más relajada la oxitocina fluye por tu cuerpo (hormona que hace posible la eyección de la leche, que salga del pecho).

El tercer día es posible que te manden a casa. Aunque en cesáreas suelen ser 4 días en muchos hospitales, incluso alguno más. Es el tercer día el momento de la subida de la leche. No tiene que doler ni tiene por qué ser molesta si lo has hecho bien desde el principio, es decir, poniéndole al pecho todo el rato.

Si la subida te pilla en el hospital, será el momento en que el bebé empezará a coger peso. Allí les pesan a diario. Y en cuanto vean que la curva es ascendente os darán el alta y te irás tranquila. Puede que te hagan ir a pesarlo en unos días para comprobar que es así. Y en ocasiones aunque os mandan a casa, te harán seguir yendo cada día o cada dos-tres días para verificar que coge peso. Y si no coge lo esperado puede ser un martirio porque intranquiliza muchísimo a la madre, lo cual no ayuda a que todo vaya bien.

Si por el contrario os mandan a casa y no te vuelven a mandar pesar en el hospital, la siguiente vez que pesarán al bebé será en la revisión de los 15 días ya con el pediatra de tu centro de salud, el que te toque o elijas según casos. Las básculas serán distintas y puede que estén calibradas diferente. Lo importante es que a partir de ahora todas las referencias de peso serán en la misma báscula.

Pero yo siempre recomiendo no esperar hasta ese día 15 para hacer la comprobación, porque, ¿y si no ha cogido el peso esperado? Si no ha recuperado al menos el peso del nacimiento has perdido la oportunidad de alimentarlo bien esos días. Quizá el bebé dormía mucho, pedía poco, o no te duele y aparentemente parece que todo fuera bien. Puede ocurrir que un bebé esté tan débil que apenas pida… Y no podemos esperar 15 días para darnos cuenta de que algo no va, hay que remediarlo antes.

Si la subida te pilla en casa y es dolorosa o te da problemas, mira aquí. Y en cuanto al peso del bebé, lo ya mencionado.

En la consulta pesamos al bebé y hacemos un seguimiento pormenorizado para que todo vaya más que bien.

Amamantar en cesárea es perfectamente posible.


Si tienes una cesárea programada por el motivo que sea, asesórate bien antes para evitar las dificultades asociadas a las rutinas de separación del hospital. Y acompáñate durante.

IBCLC DAY 2024

Como hay días para todo, nosotr@s IBCLC también celebramos nuestro día. Primer miércoles de marzo.

Felicidades a todas las IBCLC, especialmente a mis compañeras de la Asociación Española de Consultoras (AECCLM).

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La acreditación se otorga después de aprobar un examen ofrecido por IBLCE (International Board of Lactation Consultant Examiners), examen al que sólo se puede acceder cumpliendo una serie de requisitos de formación y experiencia clínica. Esta acreditación además se renueva cada 5 años para asegurar la continua actualización y conocimiento de los últimos estudios.

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Cómo ser madre y no morir en el intento

 ¡Una locura!

A veces ser mamá es una locura, ¿verdad? Hablo sobre todo de madres primerizas. Cambia la vida, y cambia la forma de ver muchas cosas. ¿Cuántas actividades que antes hacías ahora te parecen hasta peligrosas?  Y si además vivimos lejos de la familia, incluso en otra ciudad u otro país, con trabajos que nos absorben en general a todos, nos vemos solas con el bebé y una se sube por las paredes, o te ves a ti misma hablando sola, o te pillas a ti misma contándole cosas a tu bebé, hablando en voz alta, traduciendo tus pensamientos.

Por eso los grupos de crianza son tan importantes. La tribu, que ya no tenemos. Y hablar con alguien que de verdad te comprenda, te aliviará. Te invito a venir a mi consulta, porque cualquier duda por mínima que sea, tiene respuesta. Cualquier problema por nimio que parezca, tiene solución. 


 

YO  TE  APOYO 

 



Técnica de la compresión mamaria

Compresión mamaria: para ingerir más cantidad de leche en menos tiempo (por ejemplo cuando hay dolor por grietas)

¿Cómo se hace la compresión?
La madre sostiene su pecho con una mano, tan cerca como sea posible de su pared torácica, el pulgar de un lado y los cuatro dedos restantes del otro lado del pecho en forma de C, con una buena porción del pecho en su mano. Luego junta su pulgar y cuatros dedos, comprimiendo el pecho. Esto se debe hacer con firmeza, pero no tan fuerte que haga daño.

Para entenderlo mejor puede servir la comparación con un bocadillo de pan de molde: imagina que tu pecho es un bocadillo de 3 pisos de pan de molde y debes hacer que te entre en la boca, comprime el pecho de la misma manera. Es de esperar que el bebé comience a deglutir de nuevo (succión de boca abierta grande-pausa-cerrar). Si es así, debes seguir comprimiendo (mantén la presión) hasta que el bebé vuelva a mamar sin tragar. No debes soltar mientras lo oyes tragar. Cuando ya no lo veas tragar libera la presión sobre el pecho para que no se te canse la mano y la leche que está en otras áreas del pecho comenzará a fluir de nuevo:
- Algunos bebés dejarán de succionar. Si eso sucede vuelve a comprimir el pecho.
- Algunos bebés comienzan a deglutir cuando liberas la compresión. Si eso sucede espera y no comprimas de nuevo hasta que vuelvas a sentir que tu hijo no traga.
- Cada vez que comprimas tu pecho, mueve la posición de tu mano ligeramente en una dirección, de manera que cada vez que comprimas lo hagas sobre un área diferente del pecho.


Si la compresión parece que no tiene efecto al principio: No cambies de pecho y espera, a veces el reflejo de eyección tarda un poco más. Normalmente a medida que avanza la toma la compresión funciona menos, pues el flujo de leche se hace más lento.


Si la compresión ya no surte efecto después de un rato: Y parece que el bebé se está adormilando o comenzando a lloriquear porque el flujo de leche es lento, pon al bebé en el otro pecho y repite el proceso, cambiando de un pecho a otro cuantas veces sea necesario hasta que la compresión ya no funcione para mantener al bebé activo.


Es buena idea experimentar:
Aunque esta técnica funciona bien para muchas madres, puedes probar cualquier variación que te funcione mejor. La técnica funciona mientras no te duela el comprimir el pecho y tu bebé esté obteniendo suficiente leche.

La compresión mamaria es una técnica muy útil cuando un bebé no mama bien. Tal vez porque está débil, o porque no consigue colocarlo en buena posición, o porque no coordina bien la lengua, o porque está enfermo o es prematuro y se cansa de mamar... También es útil para acortar las tomas cuando la madre tiene grietas o dolor de pezones.
Normalmente, el bebé mama bien (o al menos pasablemente) unos minutos, y luego se queda con el pecho en la boca sin hacer nada. No suelta el pecho, pero tampoco mama. Puede que esté media hora o tres cuartos en cada pecho, pero la mayor parte del tiempo no está mamando. No alimenta tener el pecho en la boca sin mamar
; es mejor comprimir el pecho; y si eso no le funciona bien sacarse leche.
Esos primeros minutos en que el bebé mama activamente, déjalo a su aire. Cuando se quede quieto, con cuidado y sin sacarle el pecho de la boca, comprime el pecho por la base (tocando las costillas ) entre el pulgar y el índice. Un buen apretón, pero sin hacerse daño. No se trata de bombear, apretando y soltando. No. Se trata de apretar y mantener. Aprieta y mantén apretado. Al apretar suele salir un chorro de leche, y el bebé, que está sin hacer nada se lleva una agradable sorpresa y empieza a mamar otra vez. Mientras veas que mama, mantén apretado sin soltar. Cuando se vuelva a quedar quieto (o casi) suelta el pecho (a veces al soltar sale un poco más de leche y mama un poco más). Cuando se vuelva a quedar quieto, vuelve a apretar. Cuando se vuelva a quedar quieto vuelve a soltar. Puedes ir alternando la posición: arriba y abajo, a lado y lado, arriba y abajo... Repite la maniobra hasta que deje de funcionar, hasta que, apretando el pecho, tu hijo siga sin hacer nada. Es el momento de sacarlo de ese pecho y volver a empezar con el otro.
Esta es una excepción al principio de lactancia a demanda, dejarles mamar hasta que lo sueltan. Pero tampoco es exactamente una excepción: una cosa es dejarles mamar y otra cosa es dejarles estar con el pecho en la boca sin mamar. Es mejor hacer una toma corta, y al cabo de una hora volverle a dar, que estar toda la hora con el niño enchufado sin hacer nada. Si hace tomas frecuentes, pero no tan largas, tendrás tiempo de descansar e incluso si tienes tiempo y ganas, de sacarte leche.
Aquí puedes ver la compresión mamaria en vivo: http://www.youtube.com/watch?v=Wj9tLgYn-bA (Está en inglés, pero lo que nos interesa es la imagen. Si además entiendes lo que dice, pues mejor, pero no es necesario, :-)


Videos de compresión mamaria with Dr. Jack Newman http://www.youtube.com/watch?v=Wj9tLgYn-bA