Salir de Matrix
Hoy re-veía la película Matrix con mi hija. Para ella la primera vez que la veía, y hacía muchas preguntas, que nos han llevado a un interesante debate en familia.
Eso me ha recordado que el término "Salir de matrix" también lo hemos usado mucho en crianza, para referirnos a un cambio del paradigma en la crianza, sobre todo hace unos años cuando participaba más activamente en varios foros.
Yo salí de matrix a los pocos meses de nacer mi hija. ¿Y tú?
Recupero aquí y ahora el texto que publiqué en su día en los foros de la asociación. Lamentablemente no he conseguido ponerme en contacto con el autor. El vínculo que se ofrece al final del artículo ya no funciona, y la búsqueda que he hecho ha resultado infructuosa.
Os dejo el estupendo texto:
¿Qué relación hay entre Matrix, el software libre y la
crianza natural?
El
argumento de la película “The Matrix” ha sido utilizado a menudo para
interpretar diversas situaciones del mundo real. Los ámbitos en los que más
claramente he visto que se haya recurrido a esta película han sido, curiosamente,
el software libre (SL) y la crianza natural (CN).
Creo que realmente sí que hay cierto paralelismo entre el software y la crianza, lo que vendría a corroborar lo acertado de buscar en Matrix un esquema para explicar ambos. Pero, sin embargo, no me he encontrado en ningún sitio una conexión directa entre SL y CN.
Creo que realmente sí que hay cierto paralelismo entre el software y la crianza, lo que vendría a corroborar lo acertado de buscar en Matrix un esquema para explicar ambos. Pero, sin embargo, no me he encontrado en ningún sitio una conexión directa entre SL y CN.
La
pastilla roja
Hace
unos años se publicó un libro titulado La pastilla roja. En él se
utiliza la elección que a Neo se le ofrece en la película “The Matrix” como
esquema para explicar la situación del software: la pastilla azul del software
propietario y la pastilla roja del software libre. En palabras de Juantomás:
“Alfredo, esto del Software Libre es como lo de las pastillas de la película The Matrix. Tienes una pastilla roja y una azul. La azul es la que te venden todos los días las empresas de software actual sobre las maravillas que la tecnología ofrece. Te inundan con propaganda sobre las bondades de este sistema operativo y la cantidad de cosas que puedes hacer con él. Producen aplicaciones continuamente para que tengamos la ilusión de una constante innovación, cuando realmente no se produce. El conocimiento es únicamente de ellos, bajo este modelo sólo las empresas de software propietario tienen acceso al conocimiento, las cosas que ellos quieren que se hagan, no las que más te convengan a ti. Pero, por otra parte tienes la pastiila roja, la del conocimiento. Es la pastilla que te permite usar la tecnología en tu beneficio. El conocimiento está al alcance de todos y no solamente de las grandes empresas de software”.
Sal de Matrix
Por
otro lado, en el foro de crianza natural es bastante habitual encontrar citada
la película “The Matrix” y usan a menudo la expresión sal de Matrix :
Hace tan solo unos meses yo vivía en Matrix: confiaba en los profesionales de la salud y en mi civilización. Es verdad que a veces por algún fallo del software notaba cosas raras como contradicciones entre pediatras acerca de la lactancia, etc. A veces me sentía un poco rara haciendo cosas que “no debía” con mi hijo, como dormir con él por mi propia comodidad. Menos mal, pensaba, que trabajaba y así los niños comían con las abuelas que eran capaces de meterles todo el plato de verduras, cosa que yo era incapaz porque algo en mi interior decía que me iba a quedar sin leche: otro fallo del software.
Hace tan solo unos meses yo vivía en Matrix: confiaba en los profesionales de la salud y en mi civilización. Es verdad que a veces por algún fallo del software notaba cosas raras como contradicciones entre pediatras acerca de la lactancia, etc. A veces me sentía un poco rara haciendo cosas que “no debía” con mi hijo, como dormir con él por mi propia comodidad. Menos mal, pensaba, que trabajaba y así los niños comían con las abuelas que eran capaces de meterles todo el plato de verduras, cosa que yo era incapaz porque algo en mi interior decía que me iba a quedar sin leche: otro fallo del software.
¿Son realmente apropiados estos paralelismos? Voy a ir un paso más allá y voy a relacionar directamente ciertos aspectos del software y de la crianza, fuera del esquema Matrix.
Alternativas
Todo
el mundo suele considerar diversas alternativas en cualquier tema… salvo en el
software y la crianza. En el software se ha llegado prácticamente a establecer
una igualdad entre software y Microsoft. En el mundo de la crianza de los
niños… las cosas son como son, sin que puedas hacer nada fuera del guión. Todo
lo demás (linux, lactancia materna, firefox, colecho, etc) son… eso:
alternativas. Cosas de hippies.
A este respecto, es muy similar el sentimiento de “comunidad” que se tiene en estos dos ámbitos: tanto los partidarios del software libre como de la lactancia materna (por extensión, la crianza natural, aunque menos) se organizan en comunidades o asociaciones para ayudarse y apoyarse mutuamente.
La gente con intereses comunes en los más diversos temas se junta en asociaciones, pero creo que en estos dos casos se comparten aspectos que no se presentan en otros tipos de asociación: carácter voluntario, apoyo mutuo (en un aspecto práctico), gran extensión (mundial) y fuerte sentimiento de pertenencia.
Desde fuera (o desde dentro de Matrix, según se mire) se ven como sectas tanto a los defensores del SL como a los defensores de la CN. La incomprensión y la incomunicación por parte de alguien de fuera respecto a alguien partidario del SL o de la CN es muy fuerte.
Expectativas
Alguien
dijo que “Si algo ha conseguido Microsoft es rebajar las expectativas de los
usuarios”. A fuerza de años de cuelgues, virus, desfragmentaciones,
reinstalaciones, etc, todo el mundo espera que la informática falle.
Lejos de que ahora los usuarios sufran en mayor o menor medida semejantes desastres, la cuestión es que nadie se sorprende cuando ocurre. La informática es así de jodida.
En la crianza (parto, lactancia, primeros años), la expectativa generalizada es similarmente… nefasta: parto “maravillosamente tecnológico” (como la pastilla azul del software, adaptándose la usuaria al sistema, no al revés), que las mujeres no tengan leche, no dormir por las noches y tratar de meter en vereda al crío todo el día (como si de un virus informático se tratase).
El “ordenador” debe de ser el aparato creado por el hombre con más fallos por hora de funcionamiento, y las glándulas mamarias de las hembras humanas deben de ser los órganos creados por la naturaleza que peor funcionan. (Según un estudio hecho en el norte de España, “La causa identificada con más frecuencia para abandonar la LM o para no iniciarla es la hipogalactia (40,2%)”. ¿No sería realmente raro que el 40% de los pulmones, corazones, o cualquier otro órgano humano no funcionase como debiera?)
Lo normal es que un ordenador falle. Lo normal es que una madre no tenga leche. Lo normal es sufrir virus, spam, cuelgues, etc, en un ordenador. Lo normal es sufrir noches sin dormir, dolor al amamantar, virus, rabietas, etc.
Sin manual de instrucciones
A
partir del programa de televisión “Supernanny”, se puso a la venta un libro
cuya portada reza “Los niños vienen sin manual de instrucciones”.
Vaya, el típico código sin documentar. O dicho de otra forma, es como si de los niños sólo te diesen el binario. Esta misma idea de las instrucciones o documentación se usa en otro famoso libro, el inefable “Duérmete niño”:
Cuando compramos un electrodoméstico, pongamos por caso, un simple exprimidor de naranjas, un amable dependiente nos explica cómo usarlo y, por si no bastara, nos entrega un manual de instrucciones para solucionar cualquier duda que se nos plantee…
Vaya, el típico código sin documentar. O dicho de otra forma, es como si de los niños sólo te diesen el binario. Esta misma idea de las instrucciones o documentación se usa en otro famoso libro, el inefable “Duérmete niño”:
Cuando compramos un electrodoméstico, pongamos por caso, un simple exprimidor de naranjas, un amable dependiente nos explica cómo usarlo y, por si no bastara, nos entrega un manual de instrucciones para solucionar cualquier duda que se nos plantee…
Sustitúyase
“electrodoméstico” por software y se verá que lo que pasa es que los niños son
como esos programas piratas bajados de internet, sin clave y sin documentación.
Hay que buscar el “crack” y alguna pista de cómo coño se usan.
Pero no preocuparse: no faltará quien nos venda libros con las instrucciones precisas. Todo el mundo pirateando software o no leyendo a los niños, y el “Duérmete niño” y el último libro para aprender Güord en 15 días… en la cima de las listas de best sellers.
Hay otro software; hay otro modo de entender a los niños. El software libre, aún sin documentar, viene con instrucciones, puesto que en último término el propio código es la documentación.
Es curiosa la similitud con esta frase del recomendabilísimo libro de Rosa Jové, “Dormir sin lágrimas”:
Algunos padres aún creen que los bebés nacen sin instrucciones. ¡Mentira! ¡Ellos son las instrucciones! Sígalas al pie de la letra.
Quien
no ha leído antes sobre “crianza natural” se puede preguntar qué es eso. Si
vamos a la definición que se da en ¿Qué es Crianza Natural? vemos que una de
las palabras más repetidas es “respeto”. Respeto hacia los críos… y de los
críos a los padres. Respeto mutuo. Respeto a la forma de educar de los padres.
En los foros también es uno de los conceptos más repetidos.
Si buscamos información sobre “software libre”, pronto empezaremos a leer textos en dónde se repite la palabra respeto… hacia las licencias de software y, por extensión, hacia los programadores y usuarios. Varias veces he visto planteado el problema educacional que representa pretender inculcar a los críos el respeto a los padres, a los demás, a las normas… menos a las licencias de software.
Si buscamos información sobre “software libre”, pronto empezaremos a leer textos en dónde se repite la palabra respeto… hacia las licencias de software y, por extensión, hacia los programadores y usuarios. Varias veces he visto planteado el problema educacional que representa pretender inculcar a los críos el respeto a los padres, a los demás, a las normas… menos a las licencias de software.
Precio
El
software libre no es (no tiene por qué ser) gratis, y cuestiones como la
lactancia materna… tampoco. ¡¡Con lo que cuesta mantener a la madre!! Pero el
dinero es un elemento que indudablemente está muy presente en estos dos temas
de forma relevante.
No hay más que ver el precio del software propietario y de la leche artificial.
En el tema del software; (supuestos) expertos, informes, campañas y publicidad nada imparciales, pagados con mucho dinero, empujan a elegir la pastilla azul o evitar el considerar siquiera la pastilla roja como opción.
En
la lactancia, la presión publicitaria de la leche artificial se hizo tan
fuerte, que hubo que regularla para evitar sus perniciosos efectos sobre la
voluntad de las madres en dar lo mejor para sus hijos, y aún hoy sigue habiendo
sospechas fundamentadas de que los consejos de los profesionales pediátricos
están influenciadas por el poder económico de las grandes multinacionales de la
alimentación infantil (ver el caso del Congreso de Pediatría en Granada).
Crianza natural:
hackeando niños
Eric
S. Raymond incluye en la famosa biblia ‘hacker’ ‘Jargon File’, la siguiente
definición de hacker:
“Alguien que disfruta explorando los sistemas y programas y sabe cómo sacarles el máximo provecho, al contrario que la mayoría de los usuarios que prefieren conocer sólo lo imprescindible”.
Un niño: el sistema más complejo y con más posibilidades que ningún ingeniero informático pudiera imaginar.
Hay quien se conforma con las recomendaciones típicas y quien explora el sistema hasta sus últimas consecuencias.
Creo que con todos estos paralelismos no debería sorprender ver a un informático defensor del software libre… metido a padre defensor de la crianza natural. Disfruto de la informática y disfruto de mi hija. Ninguna de las dos cosas me supone la pesadilla que a veces parece que tiene que ser; gracias al software libre y la crianza natural. Me pregunto cuánta gente ha salido del “matrix de crianza” pero sigue en el “matrix informático”… y al revés.
Hay otros mundos, pero están en este, y nunca debemos despreciar la posibilidad de que en uno de ellos estemos aún en Matrix.
Extraído de la Revista Lactando, nº1,
abril 2007.
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