sábado, 13 de enero de 2018

Lo estás haciendo bien, pero te faltaba saberlo

Ha hecho ya tres años completos que tengo la Consulta de Lactancia abierta. ¡¡Pasa el tiempo deprisa!!

Son tres años preciosos llenos de mamás con bebés. Mamás valientes que saben pedir ayuda cuando ha hecho falta, bebés achuchables que se dejan querer y mimar. ¡¡Qué trabajo tan bonito es este!!

Por supuesto, llegan casos difíciles y complicados, y otros que dan mucho trabajo extra. Pero hoy quiero alabar a todas esas mamás, vosotras, que lo estáis haciendo muy bien, pero que nunca os lo han dicho. 

Al revés, os meten presión, tu madre, tu suegra, tu hermana, una cuñada, una vecina, una prima, la mujer de la tienda, cualquiera que te vea estrenando maternidad te mete presión por la calle. Suelen ser mujeres, pero también ellos meten presión.

Porque a veces parece una competición, a ver qué bebé coge más peso este mes, a ver qué bebé duerme más, a ver qué bebé es más comilón, o más tranquilo, o más grande, o más simpático, o a ver cuál se ríe antes... O quizá esa mamá que está impecable, guapísima, tipazo, maquillada, paseando al bebé divino, y tú hoy apenas has podido ni encontrar un hueco para ducharte...

A veces la presión está en casa, y es tu pareja quien no entiende muy bien tu esfuerzo,  o no comparte los madrugones y las ojeras... O su ayuda es escasa. 

A veces la presión está en el centro de salud porque tuviste la mala suerte de que te tocó un pediatra poco actualizado que se cree que un percentil es un camino a seguir sin salirse ni un ápice, o que cree que tu leche es mala, o que partir de X mes no le alimenta, o que te da una muestra de leche (-algo que es ilegal-) antes de irte... 

A veces la presión está en ti misma porque esperabas mucho de la maternidad y ahora te ves con tu bebé en brazos, habías idealizado y no es como esperabas. O tu bebé tiene algún problema de salud que te hace no disfrutar. A veces tú misma,  - nosotras mismas- , nos ponemos zancadillas o presión hasta el punto de culpabilizarnos de todo, de llorar y lamentar y no ver más allá. 

Pero tú, mujer madre valiente, estás criando a tu hijo/a con todo tu amor y paciencia, como puedes, como sabes, como te dejan... y lo estás haciendo bien. Pero hasta hoy no te lo habían dicho.


A veces ocurre esto, una mamá desesperada que cree que es el fin y resulta que está todo en orden pero nadie le explicó que así estaba bien. 

¡Ánimo mujer, ánimo mamá!

Dedicado a S.

¡Lo estás haciendo muy bien, pero no lo sabías!


Si ha sido útil esta información puedes dejar un comentario.
O también puedes interactuar en nuestras Redes Sociales.


Comparte por:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No olvides dejar un mail para poder responderte, gracias.