lunes, 14 de noviembre de 2016

Extracción del calostro antes del nacimiento

¿Sabes que en determinadas situaciones puede ser interesante extraer un poco de calostro antes de que haya nacido tu bebé? Siempre bajo la supervisión de tu consultora de lactancia.
Se habla muy poco de esto. De hecho muchos profesionales de la salud que atienden a mujeres en ese período, ni siquiera lo conocen.
Como sabes el calostro es un líquido vivo, la primera leche que se produce, desde la semana 16-20 de embarazo. Algunas mujeres lo notan y pueden sentir alguna gota muy pronto. Otras lo perciben ya en el final del embarazo. Y muchas no notan nada hasta el nacimiento.
De forma muy resumida, el calostro, de marcado color amarillo, es diferente de la leche madura. Tiene gran cantidad de proteínas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales y es bajo en grasa. Es rico en anticuerpos y leucocitos. Y tiene efecto laxante para ayudar al bebé a expulsar el meconio, lo cual ayuda a prevenir la ictericia. Y es muy fácil de digerir. Tiene exactamente los componentes que el bebé recién nacido necesita, ni más ni menos. Por eso es tan importante. Y por eso incluso en madres que no desean amamantar se recomienda que al menos les den el calostro.
Piensa que al fin y al cabo el bebé es un cachorro humano y debe tomar lo que su especie ofrece.

Siempre se dice que el calostro es la primera vacuna del bebé. Imprescindible y necesario para que todo comience como debe.

En qué casos
Es la IBCLC quien debe valorarlo. De ahí la importancia de la consulta prenatal con tu consultora: para obtener la información que necesitas, resolver las dudas, y valorar cuestiones más técnicas como esta por ejemplo.
Los casos en los que puede recomendarse son aquellos en que el inicio de la lactancia puede verse más comprometida. Y así se administrará este calostro en caso de que al nacimiento realmente surjan problemas, evitando así los suplementos de leche artificial, como son:

  • Diabetes materna. En caso de diabetes materna suele retrasarse un poco más la subida de la leche. Y los hijos de madres con diabetes pueden presentar un riesgo mayor de hipoglucemias en los primeros días. Y de hecho de  introducir suplementos de leche artificial puede ser uno de los factores que predisponen a estos bebés a desarrollar diabetes, por lo que cualquier actuación encaminada a evitar dichos suplementos será beneficiosa. Además que la madre vea cómo sale su leche (calostro) y practique la extracción, la empodera y da mucha confianza.
  • Diagnóstico antenatal de labio leporino y/o paladar hendido.
  • Prematuros.
  • Hipoplasia mamaria.
  • Cirugía de pecho previa. La extracción previa puede ayudarla a desarrollar su producción para cuando nazca el bebé.
  • Embarazo múltiple.
  • Antecedentes de baja producción e hipogalactia verdadera.
  • Inducción o cesárea programadas. Será útil tener algo de calostro listo en caso de que la madre o el bebé no pueden amamantar.
  • En casos de síndrome de Down o complicaciones cardíacas detectadas.
  • Madres con esclerosis múltiple.


La extracción prenatal de calostro debe hacerse siempre de forma manual. Por varias razones: porque hablamos de calostro que sale en muy pequeñas cantidades, a gotitas pequeñas. El calostro es un líquido muy concentrado, grueso, por eso sale a gotitas. No tiene sentido usar extractor ni esperar grandes chorros. Además los envases donde se recoge en un extractor, que suelen ser biberones, son enormes para lo que se espera sacar.  Y la tercera razón es para evitar que se produzcan contracciones que puedan desencadenar el parto.

Cuándo hacerlo.
No hay consenso, algunos autores hablan de la semana 34 y otros de la 37. La mayoría hablan de la 36. Como digo siempre tendría que estar supervisado por un profesional cualificado, tu consultora o un médico que esté familiarizado con la técnica. Y en caso de que se produjeran contracciones y el parto fuera inminente, se podría actuar y estaríamos ya en una semana avanzada para evitar o minimizar los posibles problemas.
Todo habría que valorarlo. Habrá mujeres que puedan empezar a partir de la semana 34. Habrá otras que mejor empezar en la 37. Pueden influir tantos factores… Insisto, necesario supervisión y seguimiento.
No obstante, si muchas madres hacen lactancia durante el embarazo y no hay problemas, ¿por qué iba a haberlos con la extracción de calostro?

Así mismo, saber que no se recomienda hacerlo en casos de incompetencia cervical o si hay amenaza de parto prematuro.

Cuántas veces.
Entre 2 y 4 veces al día, y sólo durante 3-5 minutos. No esperes ver más que gotas pequeñas. Hay que recogerlas en envases pequeños, preferiblemente en una pequeña jeringuilla (entre 2 ml y 5 ml). Todo lo de un día se puede recoger en la misma jeringuilla y conservarlo entre extracciones en el frigorífico.  Si no se espera el parto inminente, se puede congelar. Por supuesto como con cualquier leche materna congelada se vigilará que no roce en el congelador con otros envases o alimentos. Se pueden poner todas jeringuillas que se vayan sacando en un recipiente o una bolsita de uso alimentario de esas que tienen zip. Señalar la fecha y hora de la extracción.

Si se notan contracciones parar y descansar.

Cómo
Un buen momento puede ser en la ducha, con el calor y el relax siempre será más fácil.
Relájate. Ponte cómoda, sin distracciones. Pensar en el bebé ayuda.
Lavarse las manos.
Masajea del pecho. También puedes poner calor con toallitas en el pecho un poco antes de iniciar la extracción.
Frotar el pezón después del masaje.
Hay que agarrar el pecho en forma de C, poniendo el pulgar arriba y los cuatro dedos opuestos al pulgar al otro lado del pecho. Presiona el pulgar y el dedo juntos hacia la pared torácica, luego tira juntos hacia el pezón y finalmente suelta la presión. Repite lo mismo de forma rítmica (presionar y liberar). Cambia de posición para ir trabajando todo el pecho.
Después de un par o tres de minutos, cambia de pecho. Las primeras veces no saldrá nada. Pero poco a poco aumentará la cantidad.

Para almacenarlo es mejor en envases muy pequeños. Tu IBCLC puede dejarte pequeños recipientes adecuados. Y si no puedes usar jeringas pequeñas de entre 2 a 5 ml, no más.
Una vez que haya nacido el bebé, alguien te lo puede acercar al hospital, en una neverita portátil.
Y dárselo al bebé si es necesario. 



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