viernes, 22 de mayo de 2015

Voy al especialista (en lactancia)

Cuando no ves bien, acudes al especialista, oftalmólogo o al óptico,  y te trata y si es necesario te pones gafas.

Si no oyes bien, vas al otorrino a tratarte. El especialista te trata y si es necesario  te pones un audífono.

Si tengo una infección en las muelas, un diente picado, un empaste que se cae… voy al especialista, al dentista. Y el dentista me trata.

Si tengo un problema en los pies, acudo al especialista, al podólogo, que me trata según mi problema y  me ofrece una solución/tratamiento.

Si me rompo un brazo, asisto al especialista. Y me trata.

El problema es que hay especialistas que están en la seguridad social, pero hay otros que no lo están. No me voy a meter en camisas de once varas de por qué unos sí y otros no, o si deberían estar todos o no cubiertos por la seguridad social. No, no quiero hablar de eso.

Quiero hablar de lo importante que es acudir al especialista, se trate de lo que se trate. Igual que llevas el coche al taller. Igual que para diseñarte una casa cuentas con un arquitecto, o para tu defensa llamas a un abogado.

Si es la lactancia lo que falla, acude al especialista. ¿Quién es el especialista en lactancia? La IBCLC,  (Consultora Internacional de lactancia, por sus siglas en inglés).

¿Y el gasto? Sí, es un gasto como son todos los especialistas puesto que se trata de un profesional, formado, cualificado, que te dedica un tiempo exclusivo y que pone a tu servicio sus conocimientos. Eso hay que pagarlo, por supuesto.

¿Qué es más caro? ¿Un par de citas con una IBCLC (tal vez necesites dos, puede que tres, para salvar tu lactancia)? ¿O quizá el precio en salud que pagaréis tú y tu hijo si no das el pecho? ¿O quizá el precio en euros que costará darle leche artificial día tras día durante meses?

A veces nos gastamos cantidades ingentes de dinero en carísimos cochecitos de diseño para llevar a nuestros bebés (con lo bien que van en una mochila o fular…)

A veces nos gastamos un montón de euros en un interfono con cámara para vigilar al bebé, cuando resulta que nuestra casa tiene 80 metros2 (o menos!!) y se le oye perfectamente desde cualquier rincón…

A veces decoramos su habitación con muebles, adornos, artefactos carísimos que no vamos a usar porque donde acaba durmiendo nuestro hijo en la cama con nosotros. ¡¡Y qué bien se duerme así!!

¿Y no somos capaces de invertir en una consulta con un especialista? ¿O en un buen extractor de leche?

Puedo entender que es una figura relativamente nueva y aún no se conoce demasiado. También entiendo que cuando el pediatra que me atiende no sabe nada de lactancia me quedo perpleja y un poco descolgada. Y entiendo que a veces cueste pagar por una consulta privada cuando siempre he creído que sería el pediatra quien me ayudaría, gratis. Cuando esto no ocurre, me desconcierta…

Acude al especialista.
La atención profesional de una IBCLC
es más económica que el coste de no amamantar.
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