miércoles, 23 de enero de 2013

Hiperplasia suprarrenal congénita


Consulta una madre, bebé de un mes, sobre la toma de galactogogos.

En el hospital al nacimiento no tuvo el apoyo necesario y al alta llegó a su casa con biberones de leche artificial además de alguna toma de pecho.

Sufrió una mastitis, probablemente debido a la falta de drenaje de las mamas por la interferencia de los biberones. Quizá una dificultad oral en el bebé. No tengo esos datos.

La madre contrae una infección de garganta y le recetan antibiótico. Curioso, porque el antibiótico recetado le hubiera valido para curar la mastitis además de las anginas, pero la recomendación de su médico fue dejar el pecho alegando incompatibilidad, (cuando sabemos que casi todos los medicamentos son compatibles con la lactancia). Así que la madre decide dar leche artificial mientras dura su tratamiento antibiótico, y dejar el pecho.

Pero 24 horas después el bebé comienza a vomitar en todas las tomas y se deshidrata. Se le ingresa de urgencia. Y es allí cuando se le diagnostica al bebé hiperplasia suprarrenal congénita. Probablemente la leche artificial en este caso haya ayudado al diagnóstico precoz. Se le empieza a medicar y el bebé vuelve a estar bien. A la madre aquí sí le dice que puede volver a lactar aún con el antibiótico y ella retoma su lactancia, ya muy perjudicada. Además de ofrecer el pecho empieza a estimularse con un extractor para intentar aumentar su producción. Y estando en este paso el bebé sufre de muguet en la boca, y vuelven a decir le a la madre que no dé pecho. (De nuevo otro error del médico). Con el muguet curado vuelve a la lactancia. Continúa con la extracción pero cada vez saca menos, y es cuando se plantea el uso de galactogogos y es aquí cuando llega a mi consulta.

Ha pasado un mes desde que tuvo a su primer bebé. Y sólo ha tenido zancadillas en cuanto a la lactancia, además de una preocupación tremenda por la salud de su hijo, que padece una enfermedad que lo será de por vida, y ha recibido informaciones contradictorias, error tras error. ¿Cómo puede encontrase esta mamá? ¡Qué duro! Pero las mujeres, las mujeres-madre, sacamos fuerza de donde sea para salir adelante.

Finalmente esta mamá no ha necesitado galactagogos, que era su consulta original. Los procesos infecciosos de mastitis y anginas curaron con el antibiótico adecuado. El muguet del bebé también. El bebé recibe su medicación para la hiperplasia suprarrenal congénita. Pero su lactancia sigue con éxito. No está contraindicada, al revés, en los casos de bebés con esta enfermedad, la evolución siempre ha sido mejor en niños amamantados.

 

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